Las conversaciones para una posible fusión entre Banco Sabadell y Banco Popular son un secreto a voces. Si bien, la hipotética y futura operación sería una opción más entre otras muchas que están sobre la mesa en el contexto actual de bajos tipos de interés, que obliga a la consolidación del sector español en busca de la rentabilidad y los márgenes perdidos. Los presidentes de ambas entidades, José Oliu y Ángel Ron, sí se han reunido para tratar este asunto, pero sin encontrar puntos a favor de la unión. La última vez que se sentaron a discutir pros y contras fue a finales del pasado agosto.
El hecho es que negociaciones entre ambas entidades haberlas, haylas. Pero sin la aprobación unánime de sus respectivos consejos de administración. Y es que, según ha podido saber ABC de fuentes financieras conocedoras de los encuentros, accionistas de una y otra entidad mantienen reuniones que más que «secretas» son generadoras de rumores que pueden ser perjudiciales para la entidad, a pesar del rotundo rechazo de los miembros de ambos consejos de administración.
Las mismas fuentes incluso ponen nombre a los negociadores de uno y otro «bando». Por parte de Popular el más activo, Antonio del Valle, el inversor mexicano que controla ya un 4,25% de la entidad que preside Ángel Ron. Advierten además de que Del Valle encontró en dos miembros del consejo cierto alineamiento a sus intenciones de fusión: José María Arias, vicepresidente del Popular y expresidente de Banco Pastor (absorbido por el primero en 2011), y Reyes Calderón, consejera coordinadora. Por parte del Sabadell, el también inversor mexicano David Martínez (con un 4,9% del banco), el colombiano Jaime Gilinski (que el pasado lunes vendió un 2,99% de su participación, y mantiene un 2,04% en Sabadell), Isak Andic (presidente de Mango, con el 2,537% de la entidad) y, con participaciones menores, José Manuel Lara Jr. (Grupo Planeta) y Joaquín Folch (Pinturas Titán), también con el rechazo del resto del consejo, que ve con mejores ojos su fusión con Banco Santander. Fuentes financieras mostraron a este periódico su asombro por la estrategia seguida por el mexicano, que es además miembro del consejo, por lo que dispone como tal de información privilegiada que no debería utilizar para negociar «por cuenta propia». Avisan de que los rumores apuntan a que el mexicano ha buscado incluso la aprobación del Gobierno.
No obstante, la «jugada», a pesar del runrún mediático, no ha tenido éxito. Ayer, el consejo dio su apoyo incondicional al presidente y decidió mantenerse unido para impulsar el plan de negocio anunciado al mercado y al proyecto inmobiliario.
Más contras que pros
Y es que consejo tras consejo en el Popular, dicen las fuentes, los contras a la fusión superaron a los pros: necesidad de mayores provisiones al quedar las coberturas de Sabadell por debajo del de Popular tras la ampliación; de capital de 2.500 millones, que mejora además el dato de capital en el test de estrés al incorporarlos; menores sinergias de las previstas, dada la reestructuración que está ejecutando Popular e impacto de cláusulas suelo.