La verdad es que en 2014 el sector bancario no gana para sustos
A la ampliación de capital acometida por Banca Monte dei Paschi di Siena y Deutsche Bank meses atrás, se ha unido el descalabro de Banco Espírito Santo (BES), que ha tenido que ser rescatado por Portugal ante los 3.577 millones de pérdidas que registró en el último semestre.
Todo un caldo de cultivo para que las dudas sobre las entidades europeas no dejen de crecer, más aún teniendo en cuenta que quedan pocos meses para que los bancos se sometan a la revisión de calidad de los activos (AQR) y los famosos test de estrés (los resultados se conocerán en la segunda quincena de octubre).
En este sentido, la incertidumbre que se extiende entre los inversores tiene un claro reflejo: la mitad de los componentes del índice Stoxx 600 Banks cotiza por debajo de su precio valor en libros, o lo que es lo mismo, el mercado no reconoce todo el valor de los activos del 52% de los bancos europeos. Es más, antes de que estallara la situación del BES, las entidades que se situaban por debajo de su precio de liquidación eran un 48%.
"Es evidente que los bancos todavía tienen tareas pendientes. Para conocer el estado real de nuestras entidades habrá que estar muy pendientes del resultado de los test de estrés que se realizarán en los próximos meses, en los que pensamos que en el caso de que tuviera lugar algún mal resultado, afectaría únicamente a entidades de pequeño tamaño", señala Carlos Fernández, analista de XTB.
De hecho, la semana pasada Citi alertaba de la posibilidad de que apareciesen nuevos casos como los del banco luso, al mismo tiempo que Bank of America exponía que en escenarios adversos la banca griega podría necesitar ampliaciones de capital.
Y aquí es donde está la clave del miedo al sector. Hay que tener en cuenta que la mayoría de entidades europeas aún no se ha sometido a examen, como por ejemplo sí hizo el sector español, lo que genera dudas sobre lo que realmente tienen en sus balances. "Un precio en libros bajo implica a priori que la empresa está barata. Ahora bien, que esté barato puede ser por dos causas. La primera, que por algún motivo el mercado no esté teniendo en cuenta el verdadero valor de la empresa (cotiza con descuento), lo cual sería una oportunidad de inversión, o que el mercado tenga serias dudas sobre la empresa y haya una razón real para esa infravaloración", explicaba a este periódico Victoria Torre, analista de Self Bank, hace unos meses.
Los más ''denostados''
A este respecto, es la banca italiana la que más dudas plantea respecto a lo que refleja su contabilidad, ya que los bancos transalpinos cotizan de media a un precio de derribo de 0,6 veces. De hecho, Banco Popolare es el más infravalorado, ya que cotiza con un descuento del 60% al situarse su ratio en 0,4 veces. Es decir, si la entidad se liquidase hoy el mercado sólo reconocería el 40% de sus activos. Aunque las entidades españolas superan de media la prueba con un precio valor en libros de 1,09 veces, lo cierto es que de las siete cotizadas del Ibex, en tres no se reconocen el valor de los activos: Banco Popular, CaixaBank y Banco Sabadell.
Hasta los bancos de la economía considerada como locomotora de Europa están en horas bajas. Basta con echar un vistazo a los germanos Commerzbank y Deutsche Bank que no valen lo que dicen sus activos para el mercado, ya que su precio de derribo se sitúa en las 0,46 y 0,5 veces.
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