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ÁNGEL FALCÓN

La compañía del presidente de la patronal asturiana, Pedro Luis Fernández, será la primera beneficiaria del llamado banco malo. La empresa de maquinaria GAM podrá evitar la liquidación gracias a que los seis principales bancos del país pondrán el próximo mes en marcha el Proyecto Midas, por el que capitalizarán la deuda de la compañía y asumirán un fuerte peso en la empresa, que es insolvente, pero viable.

GAM es una de las cuatro empresas que forman parte del plan, auspiciado por Luis de Guindos, según publica Expansión. La sociedad del presidente de la patronal asturiana ha sido elegida por el Santander, BBVA, Bankia, CaixaBank, Banco Popular y Banco Sabadell para arrancar la andadura del plan piloto. Junto a GAM se encuentran también Condesa, Hierros del Mediterráneo y Válvulas Arco. Se trata de empresas medianas que gracias a la operación podrán evitar la quiebra. Durante el proceso, se han desechado a decenas de compañías que no daban el perfil necesario.

¿Cómo es el proceso? Empresas viables como GAM que cuentan con un fuerte endeudamiento convierten sus préstamos con los bancos en capital. Los bancos se convierten por tanto en accionistas, aunque trasladan esas acciones a una sociedad que agrupa las participaciones de todas las empresas al borde de la liquidación. Es decir, que se convierten en una especie de sociedad de capital riesgo. Las entidades que participan en el Proyecto Midas estiman que en un plazo de siete años se devuelva una parte de la deuda y se vendan las acciones a otro inversor. Los gestores de la sociedad también colaborarán en la gestión, con la idea de hacer viables y revender las acciones. En teoría, los actuales gestores perderán peso en sus empresas.

La gestión del fondo y el análisis de las empresas estará a cargo de N+1 y McKinsey y el planteamiento más optimista es evitar la liquidación de miles de empresas abocadas al cierre pese a ser rentables y ser negocio pero a las que una deuda disparatada ejerce la función de rémora. Con el plan, las sociedades podrán ser reflotadas. Fuentes del sector bancario no son tan optimistas y consideran que el Proyecto Midas es una especie de quita que no reporta lo invertido.

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