La banca tendrá que abrir el grifo del crédito para mantener el negocio
Algunas entidades vuelven a fijar a sus oficinas objetivos de hipotecas, consumo y empresas
La mejora de la liquidez permite retornar a la actividad clásica para combatir la caída de los márgenes
DOMINGO, 5 DE ENERO DEL 2014
Obligada por las circunstancias, la banca vuelve a fijarse objetivos de crédito, incluso de hipotecas, algo que no ha ocurrido desde que estalló la crisis, durante la cual la premisa del sector desde el punto de vista del negocio ha sido básicamente el desapalancamiento, lo que llevó, más que a cerrar el grifo de la financiación, a estrangularlo.
El actual nivel de tipos de interés, que acarrea un claro estrechamiento de los márgenes, y la expectativa de que el BCE limite progresivamente la barra libre de liquidez obligan a las entidades, particularmente a las más sanas, a reenfocar su negocio en el crédito en el año que acaba de comenzar. El proceso de saneamiento que ha mejorado la solvencia y la liquidez de estas instituciones financieras ofrece ahora una base creíble para pensar que la financiación de la economía española puede comenzar a dejar se ser un problema durante el ejercicio.
«Es clave aumentar las opciones de crédito. Ya durante el año pasado hemos sido activos, y para este 2014 hemos puesto objetivos de crédito a las oficinas, incluso de hipotecas», comentan en uno de los grandes bancos españoles, cuyas sedes territoriales han establecido metas de financiación a las oficinas, por primera vez en varios años. Se trata de una estrategia ya constatada por el mercado.
MOROSIDAD / «Nos han venido algunas entidades, incluso algún gran banco extranjero que opera en España, a ofrecer financiación hipotecaria para nuestras operaciones», comenta Joan-Galo Macià, director general en Catalunya en la inmobiliaria Engel & Völkers. «Es verdad que nos dirigimos a un segmento alto del mercado, con lo que los bancos quieren aprovechar que se trata de una clientela que causa menos morosidad», agrega.
«No vamos a dejar de analizar ninguna demanda de financiación, aunque sean hipotecas», comenta un directivo de Bankia. La banca pública no se quedará atrás en esa nueva dinámica comercial. «Ahora tenemos liquidez para poder hacerlo», agrega en referencia al programa de saneamiento por el que ha pasado la entidad.
De todas formas, no será fácil que una actividad restringida por la propia dinámica del sector -aún quedan más de 600.000 viviendas vacías por vender- vaya a dar un vuelco a la tendencia del crédito inmobiliario, con lo que es más probable que las empresas y el consumo sean los que se beneficien del cambio de actitud de la banca.
Josep Oliu, presidente del Banc Sabadell, arengaba a los directivos del banco recientemente en su convención anual para que se dispusieran a buscar proyectos a los que dar respaldo financiero. Su consejero delegado, Jaume Guardiola, precisaba: «Tras unos años difíciles, el entorno por fin está cambiando. El crédito es una variable que nos dará rentabilidad y por este motivo es protagonista en este plan. El reto del crédito es importante, porque el Sabadell tiene otra dimensión y la coyuntura es diferente».
En este contexto, también la banca nacionalizada se propone movilizar recursos. CatalunyaCaixa acaba de poner en marcha un programa de concesión de préstamos a 300.000 clientes particulares. Se trata de un préstamo con garantía personal de concesión inmediata por un importe de 15.000 euros. Los agraciados, eso sí, deberán tener el «perfil de riesgo adecuado». Y es que crédito, sí, pero nueva burbuja financiera, no. Al menos sobre el papel.
CUIDAR EL RIESGO / Junto a esta primera vuelta de apertura al grifo de la financiación, los bancos trabajan en modificar su política de riesgos, más en la dirección de acercar a las oficinas el nivel de las decisiones sobre qué préstamos se conceden que de relajar los criterios de concesión. «El banco se define por la prudencia en el riesgo, y eso se mantendrá, con lo que no va a haber una nueva burbuja», afirman en el Santander.
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