El colombiano y el mexicano, grandes accionistas de la entidad, entrarán en el máximo órgano de la entidad a la vez. La entidad, pese a su vocación cada vez más iberoamericana, no se olvida de España: quiere el 10% de cuota o más
Manuel L. Torrents
Banco Sabadell tiene dos accionistas nuevos de mucho calado que entrarán a la vez en su consejo de administración en la próxima junta anual de accionistas, que la entidad suele celebrar en el mes de marzo. Se trata del colombiano Jaime Gilinski, presidente del fondo Itos Holding y del mexicano David Martínez, de Fintech, ambos con un 5% aproximadamente del capital de la entidad. La intención de la firma que preside José Oliu es incorporarlos al órgano, no en vano son dos auténticos ‘pesos pesados’ internacionales, especialmente en Latinoamérica.
Sabadell hace tiempo que insiste en poner de manifiesto suvocación de entidad iberoamericana global. Ya tiene al menos el 20% de su capital en manos foráneas (Itos, Fintech, Blackrock, Lloyds y BCP) y el presidente ha dejado de manifiesto su voluntad de comenzar a pelear con fuerza en mercados como México, donde, sin duda, Martínez constituirá un partner más que relevante.
La salida de Isak Andic de la entidad parecía un movimiento para ‘hacer sitio’ a los nuevos. De momento hay una vacante, que es la que debería ocupar Gilinski. ¿Significa esto que habrá otro movimiento de salida para dejar hueco a Martínez?
En la entidad aún no lo han decidido. En su momento sonó como posibilidad la salida de José Manuel Lara, presidente de Planeta, pero tampoco se descarta que se amplíe el número de asientos. Estas especulaciones llegan, sin duda, porque, tras la ampliación, el antiguo núcleo duro de accionistas contra operaciones hostiles llamado Famol Participaciones (compuesto por Folch, Andic, el propio Oliu, Lara…) ya no tiene razón de existir, tras la entrada de los nuevos socios internacionales.
¿Salidas o más asientos?
Si salieran consejeros como Lara, Joaquín Folch-Rusiñol o Sol Daurella, el banco estaría dando un mensaje inequívoco al mercado de globalización versus color local de su principal órgano de mando, cuestión sin duda que gestionan al milímetro tanto Oliu como el consejero delegado, Jaime Guardiola, ejecutivo con larga experiencia en mercados latinoamericanos, con mención especial a México.
Si fuera así, los fondos internacionales lo verían con buenos ojos; no en vano, son bastante críticos con las prácticas de buen gobierno entre la banca doméstica. Cada año puede verse cómo los apoyos a la gestión de los grandes bancos baja en las juntas anuales. A los inversores globales no les gustan los consejos de administración con criterios locales y mucho menos personalistas. Por el contrario, apoyan que se favorezca a quien arriesga su dinero en la entidad.
Más en España
Pero no todo es expansión internacional. La entidad, que en la actualidad tiene una cuota de mercado que ya roza el 8% tiene a tiro de piedra alcanzar el 10%, cota que quieren superar ampliamente, aunque no con más adquisiciones.
El grupo se ha movido con rapidez. Antes de la crisis tenía una cuota del 2,5%, siendo considerado prácticamente un banco catalán. En los últimos tiempos ha adquirido Banco Guipuzcoano, la CAM, la red de Penedés, Banco Gallego, Lloyds en España… y todavía antes, el Natwest, Herrero, Urquijo, Atlántico o incluso la histórica sociedad de valores Ibersecurities, fundada por Manuel Pizarro.
No hace tanto que Sabadell, entidad igualada ahora en capitalización bursátil con Popular, ocupaba el puesto 40 del ránking bancario español. Popular era, históricamente, uno de ''los siete grandes'', con el Central, el Hispano, Banesto, Vizcaya, Bilbao y Santander.
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