Teme que el punto muerto del organismo de Caja Mediterráneo dañe su imagen y crea un comité de patrocinios para demostrar sus compromisos
david navarro El Sabadell ha decidido poner en marcha un comité de patrocinios y mecenazgos para asumir algunos de los compromisos que la Obra Social de Caja Mediterráneo ha dejado de atender tras fracasar el intento de transformarla en una fundación de carácter especial y también con el objetivo de desarrollar actividades propias. Aunque oficialmente el grupo catalán no tenga ninguna obligación con respecto a la actividad benéficosocial de la CAM -que se quedó en la caja cuando el negocio financiero fue segregado a Banco CAM para su adjudicación-, la entidad presidida por Josep Oliu teme que su imagen acabe perjudicada por el goteo de noticias sobre las instituciones y colectivos que han perdido las ayudas a las que estaban habituadas y considera, además, que supone una oportunidad para demostrar su compromiso con Alicante. Se trata, en definitiva, de evitar situaciones como la vivida este pasado verano, cuando una de las informaciones más destacadas de la celebración del Misteri d''Elx fueron las quejas de sus responsables por el cese de las aportaciones de la CAM. O también cuando se supo que tampoco habría patrocinio para el MARQ, el Museo Arqueológico de la Diputación. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que el Sabadell esté dispuesto a hacerse cargo de todos los patrocinios y actividades de la Obra Social de Caja Mediterráneo pero al menos a echará una mano en aquellos que considere más importantes y que encajen en su presupuesto y en su filosofía. De hecho, ésta será precisamente una de las principales tareas del comité, la de discernir entre aquellos proyectos que merecen financiación de acuerdo con los criterios del grupo catalán, y los que no. Un ejemplo de la voluntad de mantener las raíces de la entidad en la provincia sería la decisión de continuar con su aportación anual al Teatro Principal de Alicante -del que SabadellCAM es copropietario junto con el Ayuntamiento, tal y como adelantó este diario el pasado jueves. En el otro extremo, como muestra de lo que la entidad no está dispuesta a asumir estaría su negativa a aportar más dinero al Lucentum. Para formar este comité, el banco ha llamado a varios miembros de sus propia fundación -la Fundación Banco Sabadell- y también ha incluido a Bernardo Chuliá, el exdirector territorial de CAM en Valencia en el que se pensó en un primer momento para dirigir la fundación en la que había de transformarse la Obra Social si el Sabadell aceptaba entrar como patrono de la misma. Fundación en suspenso Los planes para constituir esta fundación se fueron al traste cuando la asamblea general de Caja Mediterráneo se negó, el pasado 9 de julio, a aprobar la amortización de las cuotas participativas de la entidad a cero euros y los administradores provisionales designados por el FROB suspendieron el resto de puntos del orden del día y la entidad entró en causa de disolución. Casi dos meses después todavía se desconoce el destino de su cuantioso patrimonio, valorado en 185 millones de euros. De momento el FROB ya ha presentado al Instituto Valenciano de Finanzas la renuncia a la ficha bancaria. Una vez aprobado este trámite, el fondo público dependiente del Banco de España deberá abandonar la gestión de Caja Mediterráneo y entonces se abrirán dos posibilidades: la más probable es que la Generalitat y el Gobierno murciano asuman la liquidación definitiva y traspase todos los bienes a un nuevo organismo, pero si no hay acuerdo con el Consell deberá ser un administrador judicial el que se haga cargo de la liquidación definitiva. |