Asegura que el expresidente de la comisión de control presionó a directivos para asumir pérdidas
D. NAVARRO?/ M. GALLEGO
En plena huida hacia delante, cuando los responsables de la entidad buscaban a la desesperada un socio privado que evitara la intervención del Frob tras la ruptura con Cajastur, el presidente de la comisión de control de la CAM, Juan Ramón Avilés, habría intentado que la entidad se quedara con una promoción de viviendas que no había conseguido vender y que asumiera, de esta forma, las pérdidas del proyecto. Además, para evitar posibles reparos a la operación por parte de las autoridades o del propio consejo de administración, el también abogado murciano habría simulado «una transmisión ficticia» de las acciones de la sociedad propietaria de los inmuebles, La Vereda de Sucina, a su hermana.
Al menos así lo denuncia el representante legal de la CAM designado por el Frob, Carlos Gómez-Jara, en la querella por apropiación indebida y administración desleal que ha presentado contra Avilés en la Audiencia Nacional y que el juez ha decidido admitir a trámite. El escrito, basado en un informe pericial de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC), recoge las supuestas presiones que el empresario habría ejercido sobre los directivos de la caja entre finales de mayo y principios de junio de 2011 para lograr su objetivo —una práctica que, según el citado informe, era habitual en el presidente de la comisión de control de la CAM—, aunque en esta ocasión no lo consiguió ante la situación agónica por la que ya pasaba la entidad.
Niega las acusaciones Avilés negó ayer estas acusaciones —que calificó de «ridículas»— y recordó que está preparando una querella «por denuncia falsa» contra el FROB. Igualmente, señaló que nunca ha recibido «trato de favor» por parte de la CAM y que tampoco ha incurrido en un «conflicto de intereses» ya que la comisión de control «no es un órgano de gestión sino de supervisión». Avilés también reiteró que la actuación del FROB responde a una «represalia» por la denuncia que presentó contra los dos inspectores del Banco de España que redactaron el expediente sancionador contra los anteriores responsables de la CAM donde ya le acusaban de algunas de las supuestas irregularidades contenidas en la querella.
La promoción que, según el Frob, el empresario intentó que la CAM se quedara asumiendo las pérdidas es un conjunto de 174 viviendas en la pedanía murciana de Sucina –de ahí el nombre de la sociedad promotora–, en un entorno en el que también han edificado otras polémicas firmas, como Polaris World.
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