Portada > Prensa

José Luis Marco.– La banca española más saneada ha visto cómo sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) se han llegado a multiplicar por más de cinco hasta el cierre del primer semestre, tras la medidas aplicada por el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para tratar de frenar la aplicación de extratipos a los depósitos bancarios y aplacar una guerra del pasivo que ha tomado otros derroteros en el sector financiero con la comercialización de pagarés con altas remuneraciones. Mientras tanto, la medida de la ex vicepresidenta Elena Salgado ha permitido que las mayores aportaciones de los bancos haya permitido la adjudicación de dos cajas de ahorros nacionalizadas: la alicantina Banco CAM, que ha pasado a manos de Banco Sabadell, y la catalana Unnim, adquirida por el BBVA al precio de sólo un euro. Banco Popular y Bankinter son los más beligerantes contra la mayor contribución a un fondo creado para la garantía de los depósitos de los clientes y no para el saneamiento de entidades que se encuentren en dificultades.

La mayoría de los bancos españoles que ya han rendido sus cuentas del primer semestre del ejercicio han confirmado cómo su contribución al Fondo de Garantía de Depósitos se ha disparado en términos interanuales de manera excesiva, al multiplicarse por más de cinco, aunque no todos ellos aportan el incremento concreto que se ha producido al colchón conjunto que bancos y cajas de ahorros tienen, por decisión del anterior ejecutivo de Rodríguez Zapatero, para hacer frente a los problemas que puedan surgir en alguna entidad para hacer frente a los ahorros depositados por sus clientes.

La unificación de los fondos que bancos y cajas tenían por separado hasta entonces, así como el incremento de las aportaciones, se justificó por la entonces vicepresidenta económica, Elena Salgado, como una medida para racionalizar una guerra por la captación del pasivo que se había disparado como consecuencia del cierre absoluto que los mercados mayoristas mostraban a la banca española un año antes. ( y que se mantiene en la actualidad, incluso, con mayores restricciones).

Sin embargo, las mayores aportaciones se han utilizado para la adjudicación en condiciones ventajosas de dos entidades nacionalizadas: primero, Banco CAM, adjudicado a finales de diciembre a Banco Sabadell (recapìtalizado con 5.249 millones de euros mediante el FGD y con una cobertura de pérdidas de hasta el 80% por parte de este fondo) y en segundo lugar Unnim, adquirida por el BBVA en marzo al precio de un euro y con una cobertura de pérdidas de igual porcentaje a cargo del fondo.

Mientras tanto, la mayoría de las entidades ha optado por no abonar mayores cantidades por los extratipos aplicados a sus depósitos de alta remuneración y han comercializado en masa pagarés que ofrecen un mayor interés para sus clientes sin tener que verse perjudicados con las nuevas exigencias. De hecho, y según datos del Banco de España, la cuantía total del Fondo de Garantía de Depósitos ha disminuido a niveles de 2008, cuando muchas entidades han visto que se aportación se ha disparado de manera algo más que considerable.

Los más críticos

La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, fue la primera en llamar la atención sobre estas mayores aportaciones de su entidad al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), al ser el primer banco en presentar sus resultados semestrales. "Estas aportaciones han crecido de manera desorbitada para salvar a la banca en problemas" reprochaba Dancausa.

La realidad es que Bankinter ha tenido que retraer del epígrafe de otros resultados de explotación más de 32 millones de euros al cierre de junio, cantidad que supone un 509% más que la cuantía aportada un año antes. "La medida ya no tiene sentido. Habría que revisar la mayor aportación así como la penalización por extratipos", sostenía hace unas semanas María Dolores Dancausa. Bankinter no ha participado en ninguna adquisición o fusión durante las distintas reestructuraciones del sector financiero español en los últimos años, pero sí ha lanzado recientemente algunos depósitos con una remuneración superior al 4%, en contraposición con la oferta de otras entidades competidoras que han optado por rebajarlas.

Los responsables del Banco Popular, que ha integrado a Banco Pastor sin ayudas algunas a cargo del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) o del Fondo de Garantía de Depósitos, también se muestran críticos con la mayor contribución al FGD, sobre todo porque han renunciado en su política comercial por el lanzamiento de depósitos de alta remuneración (algo que sí han hecho, en cambio, antes de las nuevas exigencias fijadas por el anterior Gobierno).

Banco Popular ha tenido que contribuir al FGD con 79 millones de euros hasta el pasado mes de junio, lo que supone un incremento del 426% sobre los 15 millones que había aportado en el mismo periodo del año anterior.

Banco Sabadell se ha podido beneficiar de la adjudicación de Banco CAM con cargo a dicho fondo, pero su aportación también se ha incrementado un 488% en tasa interanual, al tener que destinar al FGD  75,9 millones de euros, frente a los 12,9 millones con los que contribuyó un año antes.

Banesto también ha visto cómo su contribución al Fondo de Garantía de Depósitos se ha incrementado hasta los 22 millones de euros, aunque sus nuevos ejecutivos descartan entrar en cualquier guerra para la captación de pasivo con depósitos con una alta remuneración, a diferencia de lo que ocurre con algunas entidades extranjeras o algunas de las que han tenido que ser nacionalizadas.

Banco Santander y BBVA no detallan la cuantía exacta que destinan al FGD, aunque en ambos grupos reconocen que se ha incrementado de manera considerable en el primer semestre del año. El banco presidido por Francisco González, beneficiado por las mayores aportaciones al fondo para adjudicarse con mayores garantías Unnim (el FGD asumiría el 80% de las pérdidas que experimente una cartera de activos predeterminada de la entidad financiera catalana), reconoce que su aportación durante el actual ejercicio se llegará a multiplicar por tres, según fuentes de la entidad consultadas.

Volver a la sección