El ministro de Economía, Luis de Guindos, rechaza la creación de un banco malo y busca fórmulas para aumentar el capital del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para que pueda asumir los nuevos esquemas de protección de activos que se ofrecerán a los compradores de BVA y Catalunya Caixa
El jueves 12 de abril arrancará finalmente el proceso de subasta de Banco de Valencia tras un mes de retraso sobre el calendario previsto; El ministro de Economía, Luis de Guindos, confirmó este jueves que el proceso de venta de la entidad valenciana correrá en paralelo con la de Catalunya Caixa, que ha mostrado su interés por adelantar su colocación en el mercado. La venta de las dos entidades, controladas ahora por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se deberá resolver al mismo tiempo que la manera de financiar estos ´rescates´. Con el Fondo de Garantía de Depósitos prácticamente agotado con las subastas de CAM y Unnim, los esquemas de protección de activos (EPA) que se otorgarán a los compradores (es decir, las pérdidas futuras que asume el fondo constituido por las propias entidades financieras) quedan pendientes de su financiación.
El Gobierno español aborda diversas vías para engordar el fondo de garantía de depósitos y afrontar el rescate de las entidades intervenidas por el Estado, y rechaza de plano la creación de un ´banco malo´ que aglutine activos inmobiliarios, según informaron a Europa Press fuentes oficiales del Ministerio de Economía.
Desde el Departamento que dirige Luis de Guindos incidieron además en que España aún no está negociando formalmente con el Ejecutivo comunitario un plan para incrementar los recursos del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) ante su escasa dotación actual. "Aún no estamos en ese punto", enfatizaron.
El Gobierno de Mariano Rajoy se ha marcado como objetivo culminar la reestructuración financiera antes de que finalice el primer semestre de 2012, coincidiendo con el fin del mandato del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al frente del organismo, y aspira a acelerar las subastas de entidades intervenidas en las próximas semanas.
El Ejecutivo espera que el saneamiento del sector financiero por su exposición al riesgo del ´ladrillo´ y la consolidación de entidades con la integración de las más débiles en otras más solventes contribuya a reactivar la concesión del crédito a familias y empresas, así como a mejorar la imagen del país de cara a los mercados.
Aún está pendiente la subasta del Banco de Valencia, filial de Bancaja intervenida por sus problemas de solvencia, así como las de Catalunya Caixa y Novacaixagalicia en caso de que no encuentren inversores privados para sustituir la presencia del Estado en su capital, superior al 90%. El sector financiero esperaba recibir el cuaderno de venta del Banco de Valencia hace un mes.
A falta de datos oficiales, fuentes financieras consultadas por Europa Press cifran los recursos del FGD en menos de 2.000 millones de euros, cantidad insuficiente para afrontar esta adjudicación, máxime tras la cobertura por las pérdidas registradas por la CAM a partir del pasado 1 de agosto de las que se beneficia el Sabadell.
EL FGD PAGARA 715 MILLONES AL SABADELL POR LA CAM
Según información registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), está previsto que el FGD restituya al Sabadell un total de 715 millones de euros por las pérdidas registradas en la cartera de la CAM cubierta por el Esquema de Protección de Activos (EPA) articulado por el Banco de España para su adjudicación.
El portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, reclamó recientemente al Gobierno que aclare de dónde saldrán los recursos para costear los rescates de entidades intervenidas, del FGD o del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y recordó que éste último instrumento con fondos públicos se creó con el objetivo de impulsar la reestructuración financiera.
El objetivo fundacional del FGD es garantizar los ahorros de los depositantes, pero el anterior Gobierno socialista amplió su función para minimizar el coste para el contribuyente de las integraciones inscritas en la reestructuración financiera española en aras de reducir su capacidad y aumentar su solvencia. |