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EFE. En primer plano, Miguel Blesa, a la izquierda, y JuanMaría Nin, a la derecha, a la salida de las jornadas. |
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Los primeros espadas de las cajas de ahorros españolas defendieron ayer algún cambio en el modelo jurídico de este tipo de entidades financieras como única vía para garantizar su supervivencia. Todos coincidieron en que hay que permitir la emisión de cuotas participativas con derechos políticos para que las cajas accedan con mayor facilidad a los mercados de capitales y así refuercen su solvencia.
Si algo tienen de bueno las crisis es su poder catártico y transformador. Las cajas de ahorros tienen más de 170 años de historia y se han reinventado en varias ocasiones. Con la situación actual, el sector encara su enésima reconversión. Además de avecinarse cambios en cuanto al número de entidades y la dimensión total de esta industria, también habrá importantes modificaciones en la peculiar naturaleza jurídica de las cajas.
Ayer, los presidentes de Caja Madrid y Bancaja, y el director general de La Caixa (tres entidades que copan el podio del sector) reclamaron durante unas jornadas financieras de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo la necesidad permitir la emisión de cuotas participativas con derechos políticos.
El lunes, la vicepresidenta económica Elena Salgado, abrió la caja de los truenos al reconocer que el nuevo fondo de ayuda para la banca va a reconocer la posibilidad de suscribir ese tipo de instrumentos para apoyar a cajas de ahorros con problemas transitorios. Los máximos directivos del sector, lejos de ponerse nerviosos, acogieron la medida con los brazos abiertos.
El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, aseguraba ayer en Santander que "probablemente no hay más remedio que hacer las cosas así. En seguida aparecerá el temor de que así se abre la puerta de atrás de las privatizaciones, pero hay que dejar de pintar bisontes en las cuevas y admitir este tipo de soluciones".
La posibilidad de que un comprador de cuotas participativas (unos títulos que hasta ahora se definían como acciones sin derechos políticos) llegue a tener un puesto en el consejo de una entidad es revolucionaria para el sector, y plantea algunas dudas sobre el futuro de la naturaleza jurídica de estas instituciones.
Uno de los temores atávicos de las cajas es que acaben en manos de los bancos. Blesa quiso alejar esa posibilidad: "no llego tan lejos como para pensar que un banco tome una mayoría de cuotas, pero entiendo que las cuotas tengan derechos políticos, porque es difícil pedir dinero y no dar voz al que te lo ha dado".
El presidente de Bancaja, José Luis Oliva, también se mostró partidario de las cuotas participativas con derechos políticos. "Hay que replantear completamente el tema de las cuotas", aseguró. También reclamó, como medida de despolitización, que se introduzca un régimen de incompatibilidades que impida a un cargo público convertirse en consejero de una caja.
El director general de La Caixa también se sumó a la iniciativa reformista al asegurar que si no han funcionado mejor las cuotas participativas (tan sólo Caja Mediterráneo ha emitido) es porque "invertir en unos títulos que no tienen derechos políticos, es poco natural. Es lógico pensar que se vayan acercando cada vez más al mundo de las acciones".
Quintás prevé pérdidas en el sistema financiero en 2010
El presidente de la Confederación Española de CECA, Juan Ramón Quintás, auguró ayer que el sistema financiero español en su conjunto podría tener pérdidas operativas -sin tener en cuenta ingresos extraordinarios- en los dos próximos años, si no se adoptan medidas que lo eviten. Este año los bancos y cajas españoles obtendrán beneficios por su propio negocio, pero no será así ni en 2010 ni en 2011, si no se pone en marcha el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), no se modifica la circular sobre solvencia de las entidades o no se toman medidas de política monetaria.
Esas son las tres condiciones que expuso Quintás para evitar que ello pase durante. Sus previsiones se basan en un estudio que reduce los ingresos recurrentes de bancos y cajas en 2010 hasta los 36.800 millones de euros. En ese mismo año, bancos y cajas tendrán que afrontar unas pérdidas de 28.900 millones por el aumento al 9% de la morosidad.
Blesa: "Caja Madrid quiere participar en las fusiones"
El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, aseguró ayer que esta entidad está dispuesta a participar en el proceso de reestructuración del sistema financiero español con la adquisición de una caja y precisó que lo intentará en un futuro si tiene la ocasión.
El directivo añadió que si para esta operación es necesario recurrir al Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), Caja Madrid lo hará. Blesa, cuya continuidad en el cargo no está asegurada, aseguró que se siente "libre para iniciar un proceso de fusión". Aunque para concluirlo se sometería a la opinión del consejo de administración. El primer ejecutivo de Caja Madrid calculó que en el sector bancario sobra entre un 30% y un 35% de la red y fijó la cuestión de la solvencia como la máxima prioridad para las cajas. "Como solo podemos reforzar nuestros recursos propios con cargo a beneficios, y estos van a caer, se impone la necesidad de revisar el tema de las cuotas participativas"
Las cifras
35% de exceso de capacidad instalada tiene la banca en España, según Blesa.
292 millones de euros fue la cantidad que consiguió Caja Mediterráneo con la primera y única emisión de cuotas participativas. |