El sector está sobredimensionado en un 30%, lo que lleva al ajuste duro.
Víctor Relaño
La banca española se encuentra en puertas de una profunda reestructuración. Las entidades financieras no han podido desmarcarse de los efectos del frenazo al mercado del crédito en una fase de caída del consumo. Si nada lo remedia, el país con mayor número de sucursales de Europa en relación con la población camina hacia uno de los ajustes más drásticos de su historia. Bancos y cajas cuentan con más de 40.000 oficinas en España y proporcionan trabajo a más de 250.000 empleados. La consultora PriceWaterhouseCoopers asegura que, a medio plazo, la prestación de servicios bancarios en España va a registrar una sobrecapacidad del 30%.
Hasta ahora, las entidades financieras habían logrado evitar el zarpazo de la crisis, gracias a las denominadas provisiones anticíclicas que impuso en 1999 Jaime Caruana, el gobernador del Banco de España, con el objetivo de que las entidades confeccionaran un colchón financiero en época de bonanza económica con el que combatir la morosidad cuando llegaran las vacas flacas.
Sobredimensionado
"Nuestro sistema bancario está sobredimensionado", ha advertido la ministra de Economía, Elena Salgado, recientemente. "Las entidades financieras han realizado una fuerte expansión en los últimos años y ahora que hay que replantearse la estructura de costes de las entidades vamos a entrar en una fase de ajuste de la red, lo que va a implicar el cierre de algunas oficinas", aseguran fuentes bancarias.
La banca proporciona empleo a más de 118.000 trabajadores, según los últimos datos disponibles, mientras que las cajas cuentan con con una plantilla de 136.000 personas. Una sobrecapacidad del sector como la anunciada por en el informe de la consultora tendría tendrá un impacto demoledor sobre el empleo en banca. Los gestores de las entidades financieras españolas son conscientes del nuevo escenario que ha abierto la crisis en el segmento bancario y han comenzado a moverse. El BBVA ha lanzado un plan de bajas incentivadas, que permite a trabajadores con más de ocho años de antigüedad abandonar la entidad por un periodo entre tres y cinco años con un sueldo garantizado.
La mayor caja de ahorros española, La Caixa, podría cerrar hasta 250 oficinas en España durante este ejercicio y el siguiente, según aseguran fuentes sindicales, lo que podría suponer la pérdida de unos 1.500 empleos, según esas mismas fuentes
La tendencia en el mundo es la del ajuste duro en las plantillas de las entidades financieras. Hasta el año pasado, la recesión se había llevado por delante nada menos que a más de 120.000 trabajadores de banca en todo el mundo.
Las noticias caminan por la misma senda en las últimas semanas. El Grupo Banco Santander prescindirá de más de 300 trabajadores en crédito al consumo, el Banco Sabadell reducirá su plantilla en 500 empleados, el Barclays recortará su plantilla en un 8%.
La política de oficinas a pie de obra será revisada
En el segmento de las cajas de ahorros, la reestructuración por la crisis también va a ser intensa. La implicación de estas entidades en el fortísimo desarrollo del mercado inmobiliario ha tenido un impacto fuerte una vez que ha reventado la burbuja hipotecaria. "A raíz de muchas promociones inmobiliarias se han ido creando oficinas para atender las subrogaciones hipotecarias. La revisión de esta política por la caída a plomo del sector motivará el cierre de oficinas", aseguran fuentes autorizadas.
Los bancos contaban con 15.578 oficinas, mientras las cajas disponían de 24.997 sucursales según las últimas cifras oficiales, que datan del cierre de 2007, lo que da una idea del exceso de capacidad del sector. Hay una oficina de banco o caja por cada 1.200 habitantes.
Los resultados de las entidades financieras también caminan en el sentido de una reducción de costes. En los tres primeros meses de este ejercicio, los bancos anotaron una caída de sus resultados del 17,8%. En el caso de las cajas de ahorros, el parón del negocio ha provocado una caída de sus beneficios de nada menos que el 23% también en el primer trimestre del año.
La situación de las entidades financieras se ha agravado en las últimas semanas, hasta el punto de que distintas fuerzas políticas están reclamando la creación de un fondo de rescate para bancos y cajas.
La morosidad bancaria en España podría alcanzar el nivel del 8% a finales de 2009, según ha aseguradoel socio de Oliver Wyman Andrew Sttot en la presentación de un reciente informe. El sector de la banca "sin duda" va a tener que llevar a cabo operaciones de fusión y adquisiciones a lo largo de este ejercicio. "Sólo es cuestión de tiempo", indicaba Andrew Scott durante el acto de presentación del estudio. |