Los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) en la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) no han dado el mejor ejemplo al resto de entidades .
Los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) en la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) no han dado el mejor ejemplo al resto de entidades a la hora de cumplir la circular del Banco de España que ordenaba publicar las retribuciones de los consejeros y altos directivos.
La fecha límite para las cajas que hubiesen recibido ayudas del Frob o que se hubiesen transformado en bancos era el 31 de diciembre, y todas cumplieron excepto Banco de Valencia y CAM, ambas administradas por el Frob al estar intervenidas, que lo hicieron la primera semana de enero.
Apenas unos días de retraso que no tendrían importancia si no fuera porque en el caso de la CAM, el documento se publicó con todas las casillas en blanco y con la advertencia respecto a todos y cada uno de los ya exconsejeros y exdirectivos de que "no se ha logrado consentimiento de acuerdo con la normativa de protección de datos".
La circular del Banco de España otorgaba a los afectados la opción de no autorizar la publicación de sus datos, como así hicieron algunos consejeros y directivos en el resto de entidades.
Sin embargo, en la CAM la explicación es otra: La caja no obtuvo el consentimiento de ningún exconsejero ni exdirectivo porque no se lo pidió. De hecho, no ha sido hasta la semana pasada que la entidad administrada por el Frob -dependiente del banco de España-, ha solicitado por carta a los afectados que acudan a un notario a prestar su consentimiento, según han confirmado a elEconomista dos exmiembros del consejo de administración.
En cuanto a Banco CAM, publicó los datos agregados de todos los consejeros y directivos excepto los del director de Auditoría Interna y Control, Teófilo Sogorb, que sí figuraban individualizados.
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