Los seis grandes buscan complementariedad y ampliar el negocio español
Si no hay «banco malo» —o de suelo, como gustan llamarle en el sector—, tendrá que haber ayudas para que la gran banca española se haga con el control del resto del sistema financiero; Del FROB, del FMI o de Bruselas; Sea como fuere, con Esquemas de Protección de Activos (EPA) detrás, según ha podido saber ABC en fuentes financieras, que coinciden en que no existe ninguna crisis bancaria mundial en la historia que no se haya resuelto con dinero público.
Y en España hay un precedente claro: la reforma bancaria que perduró entre los años 1977 y 1982. Uno de los mayores ajustes jamás vividos entre entidades financieras en Europa. La crisis engulló entonces a una cincuentena de instituciones financieras (de algo más de 140) y el Banco de España debió utilizar mecanismos especiales para hacer frente a la situación como el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) o la intervención directa de algunos bancos. Entonces costó el 16% del PIB español.
Hoy, los nuevos planes del Gobierno liderado por Mariano Rajoy —tal y como adelantó ayer ABC— pasan por dejar un sistema financiero en torno a seis grandes grupos, aquellos que, tras provisionarse con cargo a beneficios de 2011, consoliden sus activos por encima de los 100.000 millones de euros. El quién con quién aún es una entelequia, pero rumores, haberlos haylos. Reconocen que todos han hablado con todos. Y todos han estudiado a todos. Ahora bien, la primera fase de fusiones pasa por absorber a las entidades nacionalizadas: Novagalicia Banco, CatalunyaCaixa, Unnim y Banco de Valencia. De hecho, la partida se juega ahora en dos bandos: cazadores y presas.
Dentro del primer grupo, salen como favoritos los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, algún banco mediano, que como Popular ya ha movido la primera ficha con la absorción de Banco Pastor, o Banco Sabadell, que finalmente se hizo con otra de las nacionalizadas, la CAM; y un selecto grupo de cajas de ahorros, entre las que se encuentran CaixaBank, Unicaja, Kutxa Bank o Ibercaja, que han sabido capear el temporal y conservar unos robustos ratios de capital. En torno a Bankia se ha especulado mucho, pero la entidad que preside Rato preferiría seguir sola y/o absorbiendo alguna otra que le proporcione negocio adicional, por ejemplo en Cataluña.
Las posibles parejas de baile
Banco Santander
Novagalicia podría ser presa de Santander. El banco ya mostró interés por su red de oficinas. Además, podría integrar a su filial Banesto, lo que le generaría interesantes sinergias. Interesa también el negocio asegurador de Bankinter.
BBVA
Para CatalunyaCaixa suena BBVA como comprador, ya que el segundo banco español ha reconocido, más de una vez, que su interés está en crecer en Cataluña, si bien también tiene poco peso en Galicia, y podría quedarse con Novagalicia.
Bankia
La entidad encabezada por Rodrigo Rato tiene gran presencia en Madrid y Valencia, pero flaquea en el tercer eje económico, Cataluña. Al margen de las intervenidas tendría interés en las regiones que representa Unicaja+Caja España-Duero.
Caixa Bank
Para muchos, la entidad que preside Fainé, sería el compañero ideal para Bankia —se crearía un gigante financiero de 570.731 millones de volumen de activos— pero antes debería cumplir y absorber a Novagalicia o a Unnim.
Sabadell+CAM
El Sabadell compró la CAM, tras ser intervenida. Ahora tendrá que digerirla, así es que no entrará en otros planes, mientras BMN, con claro interés por Banco de Valencia, podría fusionarse con Ibercaja, que quiere Unnim.
Popular+Pastor
El Popular ha comprado el gallego Pastor, pero podría también interesarse por Ibercaja para ampliar negocio en Aragón, si bien ahora se comenta que las conversaciones entre Ibercaja y Banca Cívica están muy avanzadas. |