La Caixa solo presenta ofertas parciales por algunos activos de la entidad
ÍÑIGO DE BARRÓN - Madrid - 25/11/2011
Al final ha habido sorpresa en la subasta de la Caja Mediterráneo (CAM); De las siete entidades que pasaron la primera criba del Banco de España (Santander, BBVA, La Caixa, Sabadell, Ibercaja, Barclays y JC Flowers) solo el banco catalán ha realizado una oferta en firme por la caja, cumpliendo todos los parámetros del libro de ventas.
Según fuentes del mercado, el Sabadell ha exigido ayudas muy altas para cubrirse ante las incertidumbres. Este dinero se contabilizaría como capital. Hasta septiembre, la CAM perdió 1.731 millones. Por su parte, CaixaBank solo ha realizado propuestas parciales por determinados activos. El BBVA y el Santander no quisieron confirmar ni desmentir su oferta. Sin embargo, en el mercado se da por hecho que no han pujado por la CAM. Las grandes exigencias de elevar el capital, los problemas de liquidez y la incertidumbre sobre la economía, hicieron desistir a los supuestos mejores candidatos.
Esta situación es un contratiempo para el supervisor y reduce su margen de actuación: solo una entidad, y no de las grandes, está en la puja cumpliendo todas las condiciones. Esta circunstancia podría forzar al Banco de España a cambiar el esquema fijado: quizá se cuestione trocear la CAM o crear un banco malo con los peores activos. Además, el resultado de la subasta proyecta una mala imagen del sector financiero ante los mercados en un momento muy delicado.
Ayer a las 17.30 terminó el plazo para entregar las ofertas. Según el procedimiento, el Banco de España debería decir si la entidad que presentaba un proyecto de compra era "económicamente viable" y, después, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) escogería al ganador. Para evitar una variedad enorme de ofertas que dificultara elegir un ganador, se estipuló que con la CAM se quedaría el que menos ayudas pidiera para adquirirla. Lo mismo ocurrió con Cajasur, que fue vendida a la BBK tras pedir 400 millones de subvención.
El precio marcado depende de lo que cada entidad crea que se puede obtener vendiendo activos inmobiliarios de la CAM: suelo y promociones, así como la capacidad para recuperar préstamos a constructores y promotores. Según diferentes fuentes, lo que está en juego son 21.000 millones con futuro incierto. Algunos expertos estiman que se podrían perder alrededor de 9.000 millones. El FROB se quedaría con el 90% de las pérdidas de los primeros 2.500 millones. A partir de ahí, admitirá el 80% de las pérdidas producidas al vender los activos. El otro problema es que la CAM tiene unos 15.000 millones en vencimientos entre el BCE y los mercados mayoristas. En el libro de ventas, el Estado se compromete a colaborar en la gestión de este enorme problema de manera ambigua, cuando los mercados están totalmente cerrados.
Si el Sabadell se hace finalmente con la entidad, elevaría su volumen de activos un 80%. Así, tendría un activo de 171.000 millones, lo que le situaría por encima del Popular, incluso tras la opa lanzada sobre el Pastor. No obstante, la venta de activos sería inmediata, por lo que estas cifras variarán. El Sabadell podría pasar a ser la quinta entidad tras subir un escalón. La rivalidad entre el Popular y el Sabadell ha sido muy grande en los últimos años y esta operación cambiaría su peculiar competición. Sin embargo, el estatu quo del sector no cambiará porque Santander, BBVA, Bankia y Caixabank mantendrían los mismos puestos. Esta circunstancia agrada a las cuatro entidades, que se han podido reservar para posteriores compras. |