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Una vez que el Banco de España aceptó la creación de un esquema de protección de activos para proteger al comprador de las pérdidas que genere la cartera crediticia de la entidad, serán las necesidades de liquidez lo que marcarán las ofertas que los postores realicen para adquirir la CAM;

 No es para menos si se tiene en cuenta que sólo hasta 2013 la caja debe hacer frente a una deuda a corto y largo plazo por un importe cercano a los 24.000 millones de euros.

Así, la CAM debe amortizar diversas emisiones de deuda por valor de 656 millones antes de final de año. En 2012 serán 5.664 y al ejercicio siguiente, otros 2.650 millones. A esta cantidad hay que añadir los 7.342 millones de euros que, según el balance del primer semestre, la caja debe al Banco Central Europeo (BCE) y los casi 7.500 millones que ha recibido de otras entidades en el mercado interbancario. En ambos casos se trata, además, de préstamos a muy corto plazo que hay que estar renovando casi constantemente.
Por este motivo, tal y como avanzó INFORMACIÓN el pasado 30 de octubre, uno de los mayores temores de los candidatos es que el BCE decida cerrar su "barra libre" de liquidez, lo que obligaría a buscar miles de millones de forma casi inmediata. La situación, además, se complica por momentos ya que el aumento de la prima de riesgo española también encarece la obtención de fondos para las entidades españolas.
Ante esta situación, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se vio obligado a garantizar a los candidatos que habrá algún tipo de línea de liquidez adicional -además del crédito de 3.000 millones concedido en el momento de la intervención y los 2.800 millones contemplados en el cuaderno de venta- si el BCE cambia su política.

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