Banco de Valencia ha cerrado con caídas del 8,05% hasta 0,80 euros, después de anunciar que estudia ampliar capital en hasta un 50% y podría dar entrada en su accionariado al Frob, puesto que el agujero de sus cuentas alcanza los 600 millones
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), decidió "suspender cautelarmente, con efectos inmediatos", la cotización de Banco de Valencia antes de la apertura del mercado; Los títulos de la entidad volvieron a cotizar a las 16:00 horas con fuertes recortes que finalmente ascendieron al 8,05% hasta 0,80 euros.
Poco antes de levantarse la suspensión que pesaba sobre los títulos de la entidad valenciana, ésta remitía un comunicado al regulador de los mercados en el que informaba que está estudiando la posibilidad de ampliar capital por un importe nominal de hasta 60 millones de euros, una "cifra que no pudiera cubrir sus necesidades de capital" y que obligaría a "adoptar acuerdos adicionales para cubrir dichos desfases".
En ese sentido, y como ya acordó en marzo, vuelve a indicar que delega en su Consejo de administración la opción de aumentar capital en hasta un 50% de su capital social.
La Generalitat asegura que "se contemplan diversas salidas" para "dar estabilidad" a esta entidad. Y entre estas opciones se encuentra la entrada en su accionariado del Frob.
Antes de conocerse la intención de Banco de Valencia de ampliar capital, el conseller de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer, ha declarado que "se contemplan diversas salidas" para "tratar de dar estabilidad" a esta entidad "por el bien de los depositantes, inversores e impositores". Y entre estas opciones se encuentra la entrada en su accionariado del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
Además, ha asegurado que está "en permanente contacto tanto con Bankia como con el Banco de España" para dar la solución más apropiada y que "la situación se tranquilice, se calme y se vean las posibilidades, ya sea vía Frob o mediante la incorporación de alguna otra entidad privada".
Tiene un agujero de 600 millones A la entidad de la capital del Turia se le considera una de las entidades más débiles del sector financiero español, que puede despertar el interés de otros grupos bancarios, una opción que ya llegó a barajarse cuando Banco Popular lanzó una opa sobre Pastor, puesto los títulos de Banco de Valencia fueron unos de los que más se revalorizaron. Y es que la absorción de Pastor por Popular a principios de octubre reabrió las fusiones entre bancos intermedios, tras las grandes operaciones entre bancos que se produjeron con anterioridad.
Banco de Valencia tiene un agujero de 600 millones, según publica el diario ´El Mundo´, y ha tenido que pactar un plan de provisiones de 400 millones con el Banco de España, que le exige la recapitalización y el saneamiento de su balance antes de que acabe el año. De manera que en el mercado se especula con que Bankia pueda desinvertir, en una operación que, si llegara a buen puerto, permitirá a BFA reforzar sus fondos propios.
Y es que la entidad capitaneada por Aurelio Izquierdo cuenta con un ´core capital´ del 7,36%, según los datos publicados en junio, es decir, por debajo del 8% que exige el supervisor, pero más lejos aún del 9% que reclama ahora la Autoridad Bancaria Europea a las grandes entidades. Además, la crisis del ladrillo ha disparado su morosidad muy por encima del sector, hasta el 7%.
Banco Financiero y de Ahorros (BFA) es la matriz de Bankia y participa en Banco de Valencia a través de Bancaja, de la que controla un 70%. Esta sociedad cuenta a su vez con el 39% del Banco de Valencia, por lo que la participación contable de BFA en Banco de Valencia se diluye al 27,5%.
Durante el tiempo que Banco de Valencia ha permanecido suspendido de cotización BFA ha indicado que su inversión en Banco de Valencia "es puramente financiera, sin funciones ejecutivas". Además, añade que "nunca ha participado en la gestión del Banco de Valencia, que es totalmente independiente".
Cambio de tarjetas Esta suspensión se produce días despúes del baile de directivos de la compañía valenciana. Por un lado, José Luis Olivas renunció voluntariamente como presidente de la entidad y fue sustituido por Aurelio Izquierdo, hasta entonces consejero delegado, que ahora ocupa los dos cargos.
Por otro lado, el representante de Bancaja Hábitat en el consejo de Banco de Valencia, José Luis de Quesada, presentó su renuncia al puesto por razones de edad. Bancaja Hábitat sigue manteniendo su puesto en el máximo órgano del banco, aunque de momento no ha designado a la persona que sucederá al también presidente de la constructora Pavasal. |