Aunque han transcendido dos motivos de peso para retrasar hasta diciembre la subasta de Caja Mediterráneo, hay un tercer elemento que juega a favor de ese aplazamiento: los tres administradores del FROB (José Antonio Iturriaga, Tomás González y Benicio Herranz) están revisando, departamento por departamento, toda la contabilidad de la entidad alicantina que dirigía Roberto López Abad desde el año 2002. El ex director general llegó solo un año antes, tras el cese forzado de Juan Antonio Gisbert por el entonces todo poderoso jefe del Consell, Eduardo Zaplana.
La investigación de las cuentas de la CAM se remontan a prácticamente todo el período de mandato de López Abad (ahora más cuestionado que nunca por la sociedad alicantina tras prejubilarse en los primeros días de aplicación del Ere tras recibir cerca de cinco millones de euros) y del resto de su equipo directivo de la otrora famosa planta sexta: Joaquín Meseguer (Participaciones Empresariales), Vicente Soriano Terol (Recursos y antes secretario general), Gabriel Sagristà (Expansión, tras proceder del Abby National Bank en Baleares) y Agustín Llorca (exdirector territorial en Alicante y exdirector general adjunto, tras acceder en febrero).
Los administradores se han repartido el trabajo (ayer se cumplieron tres meses desde la intervención por parte del Banco de España, que fue solicitada ´in extremis´ por el consejo de administración de CAM al no tener ningún plan viable urgente, como exigía el Banco de España). «Van planta por planta, departamento por departamento, sección por sección. De la a la z», explican de modo gráfico fuentes financieras. |