La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) cumple mañana tres meses desde su intervención (CAM) inmersa en una situación complicada por la pérdida de negocio, el embrollo judicial de sus anteriores gestores, y los retrasos en su proceso de adjudicación
De momento, varios grupos han mostrado su interés en hacerse con la caja alicantina, aunque la inminencia de la campaña electoral española y los planes europeos para recapitalizar la banca han obligado a demorarlo unas semanas, hasta después del 20-N.
El proceso de venta de la Caja se está viendo enturbiado, en cualquier caso, por las revelaciones sobre la gestión deficiente de los anteriores gestores, y que la colocaron en la peor posición en cuanto a solvencia en los exámenes de la banca europea del pasado mes de julio.
El Parlamento valenciano ha decidido estudiar las causas que hicieron que la entidad fuera intervenida, mientras que la Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación para esclarecer la gestión llevada a cabo por la ex directora general de la CAM María Dolores Amorós ante la posibilidad de que hubiera incurrido en un delito penal.
Amorós fue despedida el 28 de septiembre, aunque ella misma ha emprendido trámites judiciales para conseguir que sea declarado improcedente y nulo, y así poder recuperar su puesto de trabajo en la entidad.
Tras la intervención, el Banco de España designó a tres administradores en representación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que desde ese momento dirigen la caja, y que fueron los que tomaron la decisión de destituir a Amorós, alarmados por su actuación.
El propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no pudo evitar a finales de septiembre calificar de "escandalosa" su gestión, después de que se conociera que Amorós, tras acceder a su cargo a finales de 2010, pactó una retribución anual de 593.040 euros y una renta vitalicia de 369.497 euros por ejercicio.
El gobernador del Banco de España -que inyectó en la CAM 2.800 millones de euros- no descartó que la intervención cueste dinero al ciudadano ya que según dijo: "Cuando peor es una caja, menos vale", y "estamos hablando de la CAM, que es lo peor de lo peor".
Pese a las afirmaciones del gobernador, más de una veintena de entidades presentaron ofertas no vinculantes para quedarse con la Caja, aunque fueron las del Banco Santander, BBVA, CaixaBank y Banco Sabadell las que inicialmente resultaron seleccionadas como las mejores.
Hoy, el diario El País suma otras tres entidades a las escogidas para participar en la puja, Barclays, Ibercaja, y el fondo JC Flowers.
Las entidades que pujen por la CAM podrán acceder a una auditoría exhaustiva para conocer la situación real de sus cuentas.
La previsión inicial era que la CAM fuera adjudicada en subasta a finales de octubre, aunque según confirmaron fuentes financieras, el proceso se retrasará hasta después de las elecciones del 20 de noviembre y una vez conocidas las nuevas exigencias de capital que estudia la Unión Europea.
Estas nuevas normas para recapitalizar la banca europea, que se podrían decidir este fin de semana en el Consejo Europeo, se basarán en la propuesta que hará la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés).
Según ha publicado en los últimos días la prensa financiera, la EBA podría elevar el nivel mínimo de capital al 9 %, e incluso aplicar una devaluación a la valoración de la deuda periférica, lo que podría obligar a las entidades a buscar nuevos recursos para recapitalizarse.
Así, estas nuevas exigencias podrían afectar a las entidades que han presentado ofertas, especialmente a las más grandes -Santander, BBVA, y CaixaBank- por lo que parece obvio que prefieran esperar antes de comenzar la puja.
Además, este retraso les proporcionará más tiempo para definir cómo hacer frente a los vencimientos de deuda a los que se tiene que enfrentar la Caja, superiores a 7.000 millones antes de 2013. EFE |