La última fotografía que se puede visualizar de CAM en la CNMV muestra una entidad enferma que precisa una operación de urgencia para sobrevivir; Una tasa de impagos del 20% y una exposición inmobiliaria desorbitada ejemplifican el diagnóstico; También la disparidad de 7.200 millones de euros entre necesidades y fuentes de financiación
La intervención de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ha permitido conocer cuál es el estado real de sus finanzas; Tras haber dado beneficios hasta el primer trimestre del año, la entidad alicantina presentó unas números rojos de más de 1100 millones de euros hasta junio. Testamento de una gestión capitaneada por Modesto Crespo, del que poco se ha vuelto a saber tras su destitución como máximo dirigente.
La financiación es un factor clave que determinará qué banco comprará CAM en la subasta, cuya conclusión está prevista para finales de octubre, poco antes de los comicios generales. Según fuentes conocedoras, la capacidad para emitir deuda será el principal factor a tener en cuenta a la hora de adjudicar la entidad, además del precio que se pague al FROB. El fondo aportará 2.800 millones para que CAM cumpla con los requisitos de solvencia.
El FROB dará una línea de liquidez a la entidad compradora de 3.000 millones a devolver en un plazo de cinco años. Pero además, el comprador tendrá que hacer frente a un déficit de financiación de CAM de 7.200 millones de euros, según consta en la última presentación al mercado realizado por la entidad intervenida. Es decir, la caja tiene un volumen de activos de más de un billón de las antiguas pesetas sin pasivos que lo respalde.
Las necesidades de financiación estables de CAM son de 51.259 millones de euros a cierre del primer semestre, entre las que destaca el crédito a la clientela (37.775 millones). En cambio, las fuentes de financiación estables del grupo levantino sólo ascienden a 44.062 millones, con 19.331 millones en depósitos, 21.257 millones de financiación mayorista a largo plazo y un patrimonio neto de apenas 1.125 millones.
Por lo tanto, la entidad que se haga con las riendas de CAM tendrá que financiar esos activos con nuevas emisiones o depósitos. Justo en un momento en el que el acceso a los mercados está casi vetado por la crisis de deuda en Europa y los temores a la recesión en EE UU. Otra opción es que opte por vender activos (créditos, inmuebles, participadas) para equilibrar necesidades y fuentes de financiación.
Otra de las sociedades que hace unos meses mostró un desfase en este sentido fue Caja España-Duero, que en un periodo breve de tiempo cerrará su integración con Unicaja. El 21 de enero, la entidad castellana publicó que sus necesidades de financiación eran unos 800 millones superiores a sus fuentes. “Este cuadro presenta una información relativa de la liquidez por cuanto no tiene en cuenta determinadas fuentes de financiación afectas específicamente a inversiones crediticias por importe de 500 millones”, se excusó.
El resto de bancos y cajas que hizo públicos a inicios de año su exposición inmobiliaria tenían superávit de financiación. Así, los activos de CatalunyaCaixa, entidad que será nacionalizada en su totalidad en los próximos días, estaban respaldados por pasivos con una “holgura” de 1.000 millones de euros. En Unnim y NCG también aprobaban en este aspecto, mientras que las fuentes de financiación estables en BFA (Caja Madrid) superaban en un 5,8% a las necesidades. |