La CAM y, sobre todo, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Alicante aún no han tirado la toalla a pesar de la reciente intervención del Banco de España y aspiran a mantener una participación en el banco de nueva creación, que agrupa sus activos financieros, y que a priori será subastado en septiembre o principios de octubre
Según fuentes cercanas a la entidad alicantina, el objetivo es quedarse entre un 10 y un 30%del capital. El resto sería vendido al mejor postor en la puja pública. Este esquema ya fue utilizado en el traspaso de Caja Castilla-La Mancha a finales de 2009. Entonces, Cajastur se hizo con un 75% del Banco CCM y el resto pasó a manos de la Fundación CCM.
De esta manera, la CAM -que se convertirá como la manchega en una fundación, controlada por la Generalitat y la Diputación provincial- podría continuar con las inversiones en obra social gracias a los dividendos que obtendría del banco. Además, según otras fuentes financieras, este sistema permitiría dejar fuera de los activos subastados una parte de los agujeros de la alicantina, lo que facilitaría el interés por parte de los compradores y rebajaría el coste de la operación para el Frob.
Estos activos podrían mantenerse en la Fundación, que los liquidaría en un plazo determinado de tiempo o podrían traspasarse al Frob. En el caso de CCM, los activos tóxicos son propiedad del Fondo de Garantía de Depósitos -organismo que asumió el coste de la intervención- y son gestionados en la actualidad, para su desinversión, por Cajastur.
La fórmula a día de hoy no es la preferida por el Banco de España, ya que el primer punto de su guía de actuación es la subasta total de la alicantina. Si bien, el supervisor podría encontrarse con un doble problema: uno, que haya muy pocos interesados debido a la magnitud de la CAM, con unos activos de 73.000 millones de euros; y, otro, que éstos reclamen unas garantías muy elevadas ante los riesgos que conllevaría una compra de este tipo. "El gobernador quiere gastarse en el saneamiento del sector lo mínimo posible", recuerdan en distintas entidades.
El Frob ha dispuesto ya 2.800 millones para recapitalizar la caja y ha entregado una línea de liquidez por valor de 3.000 millones para que pudiera hacer frente a sus compromisos de pago. Las estimaciones iniciales indican que los potenciales compradores podrían exigir unos 3.000 millones para cubrir pérdidas crediticias.
La fórmula que se use para la venta de la CAM dependerá del agujero finalmente destape el supervisor, con la ayuda de la auditora KPMG, y las valoraciones de la entidad que realicen los tres consultores contratados por el Frob.
Comisión de control
Los tres administradores nombrados por el Banco de España trabajan para aflorar todos los riesgos asumidos por la alicantina en la época del boom inmobiliario y para gestionar la actividad ordinaria.
Hoy está previsto que los actuales máximos responsables se reúnan con los miembros de la comisión de control de la caja para analizar la situación e informarles de la evolución del negocio, principalmente de las consecuencias de la intervención sobre los depósitos de los clientes. |