Los responsables de la caja de ahorros insisten en que hay posibles inversores
Modesto Crespo, presidente de Caja Mediterráneo y del Banco CAM afronta hoy un consejo de administración "peliagudo", en palabras de uno de los miembros del órgano de gobierno de la caja de ahorros alicantina. Si la CAM fuera sometida al escrutinio del mercado valdría en torno a 2.300 millones de euros, siempre que los inversores compren Bankia, mañana, por 5.200 millones de euros. Si las acciones del banco constituido por Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas menores cotizaran por debajo de ese precio, arrastrarían a la baja al Banco CAM. A falta de conocer qué valor otorga el mercado a Banco CAM, el hecho decisivo es que la entidad ha solicitado 2.800 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que maneja el Banco de España por acuerdo del Congreso de los Diputados. Es decir, Crespo explicará hoy a los consejeros de Caja Mediterráneo cómo se les ha ido de las manos la entidad y cómo el regulador del sistema financiero tomará el control mayoritario del Banco CAM sin paliativos. Todo un papelón.
Consejeros de Caja Mediterráneo, de uno y otro lado, coinciden al subrayar la "inanición" de las instituciones, esencialmente la Generalitat, en todo el proceso que desembocará, en breve, en la cesión del control del Banco CAM; la destitución del actual equipo gestor, encabezado por el propio Modesto Crespo y por Roberto López, exdirector de la caja de ahorros alicantina; y la inminente subasta del banco de la entidad.
"El Banco de España sabe de sobra, desde hace meses, cuánto valemos", comenta un consejero, "qué tenemos y qué fingimos. Hemos estado sometidos a un escrutinio al que no se ha sometido ninguna otra entidad financiera".El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, aireó en varias ocasiones la posibilidad de una fusión entre las dos grandes cajas de ahorros de la Comunidad Valenciana, formalmente la tercera y la cuarta de España. Incluso ordenó una concentración del sistema financiero valenciano en otoño del año pasado. Pero no sólo era tarde. La autoridad del presidente de la Generalitat ya estaba en entredicho a raíz de su amistosa relación con Álvaro Pérez, el Bigotes, y antena de la red corrupta Gürtel en la Comunidad Valenciana. Las posibles fusiones de la entidad han revelado la más absoluta incapacidad de los poderes públicos, según miembros del consejo de administración de la caja de ahorros alicantina.
Fuentes financieras sugieren, además, que un encontronazo entre Roberto López, cuando todavía era director general de la CAM, y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, está en la raíz del doloroso proceso que ha sufrido la entidad en los últimos meses. Otras entidades se han sumado a la reordenación del sistema financiero sin tantos sobresaltos ni resquemores.
El discurso oficial sostiene que todavía hay grandes inversores interesados en tomar parte del capital de la caja de ahorros alicantina, pero, como comentaba un responsable patronal la semana pasada, "no sería creíble que el Banco de España pusiera el dinero y se quedara fuera mirando lo que hacían con él".
El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, José Enrique Garrigós, a su vez consejero de la CAM, fue más optimista: "Tenemos tiempo hasta septiembre para buscar socios privados y reducir la aportación pública y hay dos o tres grupos inversores interesados". En la misma línea se expresó el presidente de la patronal alicantina, Coepa, Rafael Martínez. El vicepresidente tercero de la caja, Armando Sala, dijo que "no es definitivo pasar o no el test de estrés porque las conversaciones
[con un fondo de inversión] van por buen camino". El presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, calificó la situación generada como "la venganza del exceso". "La CAM es una víctima más del desmadre financiero que ha provocado la falta de control de los Gobiernos", añadió.
Las voces discrepantes en el seno de consejo de administración de la CAM sobre cómo y qué resultados efectivos aportaba el presidente Crespo a largo del año largo en el que ha pilotado el frustrado proceso de fusión no han cesado, al contrario han ido en aumento, pese a los esfuerzos de la guardia pretorina de la que se rodeó en el consejo. Este grupo de afines no ha parado de pregonar que la CAM tenía "entidad y solvencia" por sí misma no sólo para materializar una fusión, sino para liderada.
Crespo salvó el viernes el primer conato de rebelión serio en el seno del consejo. Esa tarde, cuando el Banco de España daba a conocer los resultados de las pruebas solvencias, que colocaban a la CAM a la cola de las cinco entidades suspendidas, Crespo plantó a un grupo de consejeros que se había reunido en la sala noble de la sede principal de la entidad alicantina. Hoy el empresario ilicitano no podrá escurrir el bulto y tendrá que hacer frente al aluvión de interrogantes que planean sobre el futuro de la caja. |