Los acusan de frenar las investigaciones ‘in situ’
Malestar entre los inspectores del Banco de España. ¿La causa? La falta de criterio del regulador a la hora de inspeccionar las entidades de crédito. Critican, en concreto, el abandono de las “inspecciones in situ” y la obsesión de los altos ejecutivos del banco central por cerrar el análisis “cuanto antes”.
En palabras de alguien que conoce bien el mundo de la inspección por dentro, se ha llegado al ridículo de rechazar la elaboración de informes sobre alguna entidad financiera simplemente “para no conocer la realidad de las cosas”.
“No quiero más datos”, le llegó a decir a un inspector su jefe después de que aquél le planteara la necesidad de continuar con la inspección en una determinada entidad de crédito. La situación es rayana “con la dejación de funciones”, aseguran las fuentes, que al mismo tiempo recuerdan que la inspección “nunca se ha hecho así”.
Desde el Banco de España se niega la mayor y se achacan las críticas a un problema de carácter estrictamente laboral. Los inspectores pretenden lograr un estatuto propio y el regulador siempre se ha negado a esta posibilidad.
Otras fuentes de la inspección del Banco de España no oficiales, sin embargo, confirman el malestar. “Estamos ante un problema que comenzó ya en la época de Caruana”, aseguran. “Las cosas no funcionan bien debido a que las inspecciones no se hacen de abajo a arriba sino al contrario, y así no puede funcionar la inspección”.
En su opinión, el problema surge por falta de voluntad del supervisor a la hora de conocer la verdadera situación de las entidades financieras. “Cada vez hay menos inspectores que acuden a las oficinas, y así no hay manera de conocer lo que realmente sucede”, añaden.
Normativa compleja
En su lugar, se ha optado por ampararse en una normativa cada vez más compleja que “no entiende ni Dios”, pero que luego no se aplica por falta de voluntad política. Y así es como se ha llegado a tener un conocimiento ficticio del balance de algunas entidades -mediante modelos- en lugar de real. “No se está haciendo una proyección realista de las cuentas de resultados”, se asegura, y eso al final ha contribuido a que el mercado interbancario -donde se financian las entidades- continúe paralizado por falta de credibilidad.
“Sobra regulación”, aseguran las fuentes, que insisten en que la historia ha demostrado que la mejor forma de evitar las crisis financieras es hacer “inspecciones in situ”. En el Banco de España, por el contrario, insisten en que el trabajo no ha variado y que se siguen haciendo inspecciones ‘a pie de obra’ con información de primera mano. “Los inspectores están trabajando como nunca ante lo había hecho”, aseguran las fuentes oficiales
La situación es tal que ha acabado por enrarecer el ambiente en la inspección, donde se acusa a los responsables de la supervisión de actuar con discrecionalidad, como publicó este periódico. Entre otras cosas por ausencia de criterios de selección objetivos, lo que ha provocado enfrentamientos en los tribunales.
Se critica, en concreto, que se hayan sustituido las oposiciones -el cuerpo lo forman unos 250 inspectores- por sistemas de selección directos, en los que tienen mayor importancia criterios subjetivos. “La oposición es lo que mejor garantiza la independencia de los inspectores”, sostienen las fuentes consultadas. Y en este sentido, aseguran que son precisamente quienes acceden a la profesión por esa vía quienes se están beneficiando en mayor medida de la promoción interna. El asunto, incluso, ha llegado a los tribunales, lo que ha obligado al Banco de España a suspender alguna convocatoria de selección de personal.
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