El acuerdo de la CAM, Cajastur y las cajas de Extremadura y Cantabria para hacer la quinta entidad financiera del país se rompió cuando el Banco de España obligó a la entidad alicantina a reclasificar créditos por valor de 5000 millones de euros, lo que abocaba al grupo a ser nacionalizado
Hasta ahora los portavoces de las tres cajas -que el pasado 30 de marzo rechazaron seguir adelante con su acuerdo de integración con CAM en el Banco Base- solo habían explicado que el motivo por el que intentaron reformular los términos del acuerdo era que habían aflorado unos datos sobre la caja alicantina que desconocían.
En una entrevista en RNE, en la que ha participado Efe, el presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio Orizaola, ha revelado que el detonante de aquella situación fueron las conclusiones de una inspección a la CAM que el Banco de España puso en conocimiento del consejo de administración de Banco Base el pasado 18 de enero.
Esos resultados indicaban que 5.000 millones de inversión crediticia de la CAM tenían que ser clasificados, lo cual suponía un impacto importante.
Al mismo tiempo, se detectó una contabilidad errónea de un "swap", ha señalado.
Esos datos llegaron además cuando ya estaba sobre la mesa el real decreto ley que iba a obligar a las cajas de ahorro a tener un 10 % de capital principal.
Las tres entidades estuvieron de acuerdo que, en esas condiciones, el proyecto de Banco Base no era viable e intentaron "reconducirlo", algo a lo que se negó la CAM.
Por su parte, la directora general de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), María Dolores Amorós, dijo al diario "Información" de Alicante que "no cumplir con los compromisos o no hacer todo lo posible por cumplirlos se podría considerar que no es del todo lo más ético o lo más honesto".
En su opinión, existen "posibilidades reales" de encontrar un socio privado "tanto antes como después" de recibir la inyección de capital del FROB, lo que puede ser dentro de un mes como dentro de un año, ya que CAM "tiene una serie de valores que son apreciados por potenciales socios inversores".
Mientras, el presidente de la entidad cántabra reconoce que el nuevo Sistema Institucional de Protección (SIP) que han constituido las tres cajas ha perdido el tamaño que aporta CAM, pero precisa que son "más fuertes que antes" en "valores fundamentales" como solvencia, liquidez y eficiencia.
En cuanto a las opciones de recapitalización del banco resultante de ese acuerdo, que necesita 520 millones de euros para llegar al 10 % de fondos propios que exige el decreto ley (ahora tiene el 8,4 %), tienen dos opciones: buscar inversores privados, un camino que ya han iniciado de la mano de Goldman Sachs, o generar esos recursos de forma interna, desinvirtiendo en participadas no cotizadas o en participaciones en renta variable, o poniendo en valor negocios de seguros.
De acuerdo con Orizaola, en 2015 sus fondos propios pasarán de los 2.800 millones actuales a 4.200 millones, con lo que su coeficiente de capital principal llegará al 14 por ciento.
"Es decir, todo indica que estamos ante un grupo que en su momento ganará tamaño, pero que hoy por hoy parte de una situación de solvencia enormemente sólida" |