Los problemas para pagar un piso han desatado una tormenta de truenos que tiene al Gobierno "muy preocupado", según fuentes próximas al partido, que saben que el Ejecutivo rechaza la dación en pago -es decir, que la entrega de llaves salve la deuda vinculada a ella-.
Esto, a sabiendas de que un cambio de política le daría un baño de popularidad y, seguramente, ese número de votos que tanto necesita en estos momentos en que se sabe perdedor de cara a las próximas elecciones. Las opiniones entre grupos políticos, sindicatos y asociaciones de ciudadanos son encontradas, pero desde Fomento no hay marcha atrás.
Los bancos, dicen las mismas fuentes, pueden mucho y la propia secretaria de Estado de Vivienda, Beatriz Corredor, cual pepito grillo de las financieras, se suma a la tesis de que saldar la deuda hipotecaria con la entrega de la casa al banco es negativo. "Tendría consecuencias", ha asegurado, ya que sólo podrían comprar casa las familias con una economía "muy por encima de la media".
Atención especial en el Congreso
No obstante, en aras a tranquilizar a los ciudadanos, más revueltos que nunca -ahora que los bancos ya han hecho su ajuste y han subido los tipos hasta el 2,5%-, y justo cuando la Audiencia Provincial de Navarra acaba de publicar un auto en el que se reafirma que dar la casa al banco es suficiente, el Gobierno puso en marcha la semana pasada una subcomisión en el Congreso con el fin de estudiar elementos de mejora que permitan apaciguar los ánimos de los cerca de 275.000 personas que desde 2007 han perdido su piso al no poder hacer frente a las letras.
O de esas otras 350.000 familias que perderán su piso en los próximos años, según estima la Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (Afes).
La hoja de ruta prevista por los grupos parlamentarios de PSOE, CiU, PNV, ERC-IU-ICV y Mixto es que, a partir del mes junio se puedan iniciar los trabajos y tener cerrado un paquete de recomendaciones en octubre. El informe que se elabore será remitido a la Comisión de Vivienda y al Pleno de la Cámara para su aprobación y presentación al Gobierno.
Dos caras de la moneda
¿Casa por hipoteca? Como si de una competición se tratara, elEconomista ha recogido razones a favor y en contra, aunque sólo dos formaciones políticas, PSOE y PP, la rechazan por el impacto que tendría en las cuentas del sistema financiero, especialmente en un momento en el que afrontan un complicado proceso de reestructuración y recapitalización.
Paradojas de la política, la lista del sí, o por qué adoptar el sistema americano que sí contempla esta figura, la encabeza precisamente el expresidente del Gobierno Felipe González, que en contra de lo que opina su sucesor, ha señalado que la entrega de la vivienda debe valer para pagar la deuda ya que "hay una garantía real, que es una casa". Es la opinión también de expertos del sector, que fundamentan su apoyo al sí en que consideran el préstamo que se concede debe tener en cuenta el valor del piso. Además, dicen, son las propias tasadoras las que han fijado su precio.
Tampoco los responsables de Adicae (Asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros) creen los argumentos de las entidades financieras y reclaman una modernización de la ley hipotecaria. Según su presidente, Manuel Pardos, "es falso que se hundiría la banca y es falso que no se puede tocar la ley hipotecaria".
En Cataluña, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha unido al sí por el cambio en la ley hipotecaria e insiste en que debe hallarse "una solución para no abusar de las familias". "Haremos todo lo que esté en manos de la Generalitat", si bien ha recordado que la decisión, en último término, corresponde a la Administración central.
Las razones del ´no´
También las razones del ´no´ pesan y todos coinciden, empezando por el propio Gobierno, en que esta solución dista mucho de ser el bálsamo de Fierabrás. Así, según la Agencia Negociadora de Productos Bancarios (ANPB), el recorte en las garantías de préstamos supondría elevar las exigencias para poder acceder al crédito y, además, se volverían a recuperar los préstamos de tipo fijos que, a igualdad de situaciones, podría llegar a ser tres puntos superiores en el caso de la hipoteca con posibilidad de dación en pago, ya que las entidades exigirían más solvencia al comprador.
También la patronal de las entidades de crédito, la AHE, opina que esto provocaría el endurecimiento de las condiciones de préstamo, ya que las entidades exigirían una mayor solvencia al comprador. Es la opinión de los bancos y cajas de ahorros compartida por Joaquim Nadal, del grupo PSC en el Parlament, que asegura que esto provocaría el endurecimiento de las condiciones de préstamo.
Mientras dura el debate, el euribor cerró abril en el 2,086 por ciento, que encarecerá las hipotecas en más de 750 euros anuales. Con 5 millones de parados, son muchos los que quieren entregar la llave y zanjar la deuda con su banco. |