Los problemas de la CAM han dejado en segundo plano que un buen número de cajas trata estos días de seducir a los inversores para lograr el capital con que cumplir los nuevos requisitos de solvencia fijados por el Gobierno. Un proceso que está resultando tan complicado que el gobernador del Banco de España lanzó ayer una serio aviso a navegantes.
«Quienes hoy están al frente de las cajas deberán acelerar las reformas en el gobierno corporativo de las mismas porque muy probablemente el mercado no volverá a prestar a quienes no le garanticen una profesionalidad y gobierno de sus instituciones equiparable al de las demás entidades», advirtió Miguel Ángel Fernández Ordóñez en unas jornadas de Deloitte y ABC.
Más claramente, lo que les recordó es que los inversores ven con muy malos ojos la fuerte presencia de expolíticos –y de altos cargos sin experiencia financiera pero con buenas relaciones con los gobernantes regionales y locales– en los órganos de gobierno de muchas de las cajas que deben captar capital. Una postura la de los agentes del mercado que el gobernador juzgó «afortunada», ya que evitará que se repita «lo sucedido en el pasado» en las cajas.
También fue contundente respecto a las trabas que algunas comunidades, como la valenciana o la gallega, están poniendo a la reestructuración de sus maltrechas cajas. Las comunidades, advirtió, «deben abandonar toda actuación que desvié a las entidades de su objetivo esencial de servir a familias y empresas». En román paladino, que se despidan de utilizarlas como brazo financiero para sus proyectos.
DEMASIADO TARDE / En un gesto sin precedentes, Fernández Ordóñez incluso admitió que la reestructuración de las cajas se ha hecho demasiado tarde. «Lo que sí se ve con claridad ahora es que la reforma de la gobernanza de las cajas de ahorro y su sometimiento a la transparencia y disciplina del mercado se debería haber acometido antes, en los buenos tiempos, y no en medio de la crisis», concedió. Podría sonar a autocrítica o a puya a su antecesor, Jaime Caruana, pero en realidad era un dardo dirigido a las comunidades autónomas, al Gobierno de Aznar y al primer Ejecutivo de Zapatero.
El gobernador, con todo, afirmó que la reestructuración ha impedido que haya cajas zombies (inviables, pero que siguen vivas por las ayudas públicas), en contra de lo dicho hace unos días por la patronal de los bancos. Eso sí, el 2011 será un año «de los más duros» para la banca.
Más prudente fue sobre la CAM. El supervisor, aseguró, trata a la caja «como a cualquier otro proyecto» pese a los rumores de intervención. Si la entidad le propone cubrir su déficit de capital mediante una fusión o la entrada de inversores, sería una solución «bienvenida». Con todo, no se le impondrá, porque el «Banco de España no hace planes de negocio». Y si no lo logra, no hay que preocuparse porque, recordó, ya está previsto que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB) ayude a las entidades que no logren el capital necesario en los mercados.
Precisamente, Alfredo Saénz, consejero delegado del Santander (la entidad que más se ha interesado por la CAM), afirmó que las ayudas públicas deben otorgarse «solo en último recurso y a precios de mercado, porque si no se acabará dañando» a la deuda pública. Y añadió, de forma significativa, que el beneficio del grupo en España ha bajado con la crisis y que la entidad desea recuperarlo.
Miguel Martín, presidente de la patronal de los bancos (AEB), advirtió que el problema de la CAM está generando «incertidumbre» sobre el sistema financiero español. |