Josep Oliu y Ángel Ron se han reunido varias ocasiones para estudiar su posible unión.
Josep Oliu y Ángel Ron se han reunido varias ocasiones para estudiar su posible unión, según adelanta hoy Expansión.
Los presidentes de Banco Sabadell y Banco Popular, Josep Oliu y Ángel Ron, han mantenido varias reuniones, acompañados por Jaime Gilinski, el accionista colombiano que tiene el 5% del capital de Sabadell, y por Antonio del Valle, mexicano de origen asturiano que aglutina una participación similar en Popular para explorar una posible fusión entre las dos entidades. Las reuniones, que tuvieron lugar hace unos meses, terminaron sin acuerdo, según reconocen fuentes conocedoras de las mismas.
El intento de acercamiento entre los dos bancos ha conocido distintas etapas en los últimos años pero parece que la última es en la que más se había avanzado y que habría surgido a instancias de Del Valle, accionista muy respetado en Popular dada la fuerte inversión comprometida, su activa participación en los consejos aunque por su edad no asiste a todos, y por su pasado profesional ya que fue el máximo responsable de lo que hoy es HSBC en México, la cuarta entidad financiera del país azteca.
Tanto Del Valle como Gilinski son accionistas comprometidos con su inversión y, se señala en medios cercanos a los dos bancos, participan activamente en la política y el control de la gestión de las dos entidades, en las que han realizado una elevada inversión.
Acercamiento del Popular
Según varias fuentes el acercamiento habría partido de Banco Popular, señalado por los mercados como el más débil entre las grandes entidades nacionales por seguir manteniendo una elevada exposición al sector inmobiliario a pesar de las cuantiosas provisiones que ha llevado a cabo en los años de la crisis. En el consejo de Popular está representado el 24% del capital de la entidad, lo que le proporciona un cierto escudo ante posibles operaciones hostiles.
Además, hay que recordar que Popular tiene una participación del 25% en BX+, banco en el que Del Valle junto a otros inversores mexicanos controlan el resto del capital, y que existe un ambicioso plan de expansión de la entidad para trasladar a aquel país el modelo de negocio de Popular.
Las reuniones tuvieron lugar en distintos puntos de España, habiéndose realizado al menos una de ellas en la sede del antiguo Banco Herrero en Asturias y otras en Madrid en diversas comidas de trabajo.
Los contactos se habrían interrumpido una vez que los respectivos equipos de los dos bancos empezaron a estudiar los números y cifras que conformarían la posible unión. En especial las necesidades de capital que se generarían y el volumen de pérdidas esperadas que habría que cubrir bien con capital bien con provisiones para equilibrar el balance. |