El banco de origen catalán es uno de los valores que más gusta a los analistas dentro del maltratado sector financiero. Sin embargo, la entidad también tiene interrogantes en el horizonte. Analizamos sus puntos fuertes y debilidades
El banco Sabadell ha protagonizado titulares de prensa por diferentes motivos en los últimos días. Algunos buenos y otros malos. Por un lado, se ha publicado que es la única entidad española que mantiene las cláusulas suelo a sus clientes (más allá de Liberbank, que las está negociando individualmente). Por el otro, la entidad anunció unos resultados del primer trimestre por encima de lo esperado, lo que hizo que el valor se situara en máximos de cinco meses, tras cosechar tres días seguidos de subidas. Y es que el banco de origen catalán es una de las entidades que más gusta a los analistas dentro del maltratado sector financiero español.
Para empezar, los expertos ven con buenos ojos la diversificación geográfica de Sabadell tras la adquisición del banco británico TSB. «Tiene un punto a favor con respecto al resto de bancos domésticos y es que Reino Unido aporta en torno al 11 ó el 12 por ciento del margen bruto», explica Javier Bernat, analista de Beka Finance. La ventaja de tener presencia en suelo británico es que los tipos de interés son más elevados que en la zona euro y permiten unos márgenes algo mejores. «Aunque estén bajando, allí los diferenciales son más favorables y eso va a tener un efecto defensivo en la parte alta de la cuenta de resultados», apunta Bernat, quien recomienda «comprar» el valor, con un precio objetivo de 2,2 euros.
«Sabadell está infravalorado. Tiene potencial para evolucionar al alza y se puede poner fácilmente a 1,8-1,9 euros», añade Bernat, quien destaca que la entidad tiene un «price to book ratio» de 0,7 veces, por encima del 0,9 que arrojaba el año pasado y del 1 que tenía en 2014. Asimismo, el banco también tiene potencial a juicio de Bernat si sigue mejorando su ROE (rentabilidad sobre el capital). «La rentabilidad por dividendo, en torno al 4,2 por ciento a resultados estimados de 2016, es relativamente atractiva, con un PER (precio entre beneficio por acción) de en torno a 10,7 veces, que es un poco alto pero no descartamos que suba ligeramente a «peres» de 12 veces», asevera Bernat.
Más allá de la diversificación geográfica y de los ratios de valoración, los expertos también ven otros factores positivos en Sabadell, como el posicionamiento del banco en el segmento de las empresas, un nicho de clientes que ofrece mayores márgenes, según explica Nuria García, de Ahorro Corporación.
Todos estos «pros» han dado como resultado la publicación de unas cuentas mejores de lo esperado en el primer trimestre del año. En concreto, la entidad anunció un beneficio neto de 252 millones de euros, lo que supone una subida del 44% con respecto a los 175 millones del ejercicio anterior, y por encima también de los 229 millones de euros que estimaban los analistas de Bloomberg.
Más allá de eso, en cuanto a las citadas cláusulas suelo (un problema que representa unos 165 millones de euros anuales para Sabadell, lo que la convierte en una de las entidades más afectadas por este problema, según García), los expertos coinciden en señalar que los inversores ya han descontado que Sabadell se verá obligado a retirarlas en algún momento (por mucho que defienda que su contratación fue transparente y que vaya a recurrir las sentencias). En ese sentido, el mercado ya ha puesto en precio (al menos en parte) el efecto que una retirada de las cláusulas pudiera tener en las cuentas del banco, según Nuria García.
Incertidumbres
Sin embargo, también hay incertidumbres en el horizonte de Sabadell. Por ejemplo, el valor podría verse sometido a volatilidad el 26 de abril próximo, cuando se espera la sentencia el Tribunal Europeo de Justicia sobre la nulidad de las mismas (que podría obligar a las entidades a quitarlas y a devolver las cantidades pagadas «indebidamente»).
Asimismo, en relación con TSB, otro factor de incertidumbre sobre el valor es el referéndum que se celebrará en junio sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea. «Es un factor negativo porque, si hay un Brexit, se depreciará la libra y eso tendrá un impacto en los beneficios», dice García.
Por último, también existen dudas sobre si el principal accionista de la entidad, el magnate colombiano Jaime Gilinski, planea salir del valor, tras conocerse recientemente que ha reducido su participación en el mismo hasta poco más del cinco por ciento. |