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 Estas subidas se están haciendo mediante la fórmula de pasar el bonus -prohibido por Bruselas y por la ley española- a retribución fija, y pretenden detener la fuga de talento hacia la competencia que han sufrido estas áreas en los últimos meses. No obstante, desde la entidad sostienen que la práctica es legal y necesaria para mantener la competitividad de la entidad.

Como adelantó El Confidencial, el área de banca privada de Bankia ha sufrido una desbandada de profesionales hacia entidades donde han recalado algunos de los antiguos directivos de esta área, como Mirabaud, Andbanc, Bankinter o Banco Madrid, lo que  terminó costándole el cargo al director de la misma, Gustavo Rivero, el antiguo gestor del patrimonio de Rodrigo Rato. Estas salidas, junto a las pérdidas sufridas por muchos clientes vips en preferentes y subordinada, así como la incomodidad de estar en una entidad que todos los días está en las portadas por asuntos negativos, ha provocado un descenso de patrimonio gestionado de 1.320 millones en 2012 y de otros 580 millones en lo que va de 2013, según fuentes conocedoras de la situación.

Esta fuga de talento ha hecho imprescindible retener el que queda en la entidad para evitar que sigan abandonando el banco los clientes más rentables. Y eso es lo que explica las subidas de sueldo en banca privada, así como en otras áreas críticas como tesorería. Por el contrario, el ERE se centra en la fuerza comercial y en la red de oficinas, que debe abandonar todo negocio ajeno a la banca minorista y cerrarse fuera de las áreas de influencia de las siete cajas fundadoras del banco. Además, José Ignacio Goirigolzarri consiguió dejar fuera de las áreas que deben cerrarse o venderse la de gestión de patrimonios.

La fórmula que permite esquivar las limitaciones legales es consolidar la cuantía del bonus que no pueden cobrar en el sueldo fijo, lo que supone un incremento del mismo. También hay que tener en cuenta que en estos puestos el peso del variable es tradicionalmente muy alto, por lo que su supresión ha implicado una rebaja sustancial de la remuneración de estos profesionales en el último año. Así, lo que está haciendo Bankia es reequilibrarlo, de forma que si una persona cobraba el 50% de su retribución en fijo y el otro 50% en variable, ahora la proporción será 70/30 u 80/20.  

Desde la entidad explican que se trata de una operativa perfectamente ajustada a la ley pese al ERE en curso, que se ha aplicado caso por caso (y muy limitados). "Un ERE no te impide subir sueldos para retener empleados ni tampoco fichar gente en áreas donde se necesite, siempre que esté justificado por necesidades de la actividad. Acometer una regulación de empleo no puede impedir que una empresa siga desarrollando su negocio; al contrario, tiene que facilitar su continuidad puesto que se hace para eso", explica una fuente de Bankia. No obstante, las condiciones pactadas con los sindicatos implican una rebaja salarial generalizada para los empleados que permanezcan en la entidad, si bien menor que la propuesta inicialmente.

Polémicas tras el ERE

No es la primera decisión laboral de la entidad que causa polémica después de la firma del acuerdo con los sindicatos (que también generó controversia por sus condiciones, mucho más generosas que las establecidas en la reforma laboral). Así, Bankia ha rechazado el grueso de las solicitudes para acogerse al ERE de forma voluntaria, con el argumento de que es la entidad la que debe decidir de quién puede prescindir y de quién no.

La banca privada de la entidad se está reestructurando no sólo por la salida de profesionales, sino para adaptarse a las nuevas tendencias del sector, que también se han plasmado en operaciones como la absorción de Banif por el Santander. Así, se reducirá el número de clientes atendidos en las antiguas Altae y Arcalia mediante la elevación del mínimo de patrimonio para acceder a estas oficinas exclusivas hasta el millón de euros. Los que queden por debajo de esa cifra pasarán a ser clientes de banca personal en la red.

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