Los exaltos cargos de la caja aseguran que el regulador nunca puso ninguna pega y se preguntan por qué actúa ahora
david navarro
La noticia de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) también ultima un expediente por supuesta dejación de funciones contra los miembros de los últimos consejos de administración de Caja Mediterráneo (CAM) cayó ayer como una bomba entre los afectados, que consideran que están siendo objeto de "persecución" e incluso "ensañamiento" al tener que hacer frente a este nuevo proceso administrativo, que se suma al expediente que también abrió contra ellos el Banco de España y a un posible encausamiento judicial. Como ayer avanzó este diario, las declaraciones de los exconsejeros en la Audiencia Nacional asegurando que las operaciones llegaban al consejo "cocinadas" por los directivos y que no se informaba detalladamente de las mismas fue el detonante -aunque no el único motivo- para que el regulador decidiera abrir un procedimiento sancionador por falta muy grave, al considerar que no habían cumplido con su obligación. La ley del Mercado de Valores castiga estas infracciones con multas a partir de 600.000 euros y hasta diez años de inhabilitación para ejercer cargos en entidades financieras o instituciones de inversión. Todos los afectados consultados ayer por este diario mostraron su preocupación por el nuevo expediente y por las consecuencias que puede acarrear y recordaron el mal trago que ya pasaron teniendo que responder primero a las acusaciones del Banco de España, después a las preguntas de los diputados en la comisión de investigación abierta por las Cortes Valencianas y, por último, a las cuestiones del juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez. "Esto parece ya ensañamiento cuando ninguno de estos organismos puso en su día ni una sola pega a nuestro trabajo", se lamentaba ayer un exconsejero, que entró en los órganos de gobierno de la CAM en representación de los trabajadores. "No es verdad que no supiéramos nada; sabíamos lo que nos decían los ejecutivos y los técnicos: que todo estaba correcto y con todas las garantías necesarias. ¿Qué teníamos que hacer?", insiste otro de los afectados en una queja común entre los exconsejeros, que siempre han apuntado al equipo directivo como el responsable de los desmanes cometidos en la extinta caja de ahorros. "Si pudieron tomarle el pelo a los auditores, a nosotros nos engañaban como a niños de teta", apuntaba ayer un reconocido empresario, que también fue consejero de la CAM. En este sentido, varios de los consultados recordaron que la propia CNMV supervisaba las cuentas de la caja al tratarse de una entidad cotizada desde el momento en que salieron al mercado las -ahora- tan polémicas cuotas participativas, en julio del año 2008. "No tengo noticia de que nunca nos llamaran la atención", apunta otro veterano del consejo. Lo cierto es que la mayoría tampoco entiende por qué el regulador del mercado de valores ha esperado tanto para actuar ni qué le mueve a hacerlo ahora y contra todo el consejo. Anteriormente la CNMV ya había abierto al menos otros dos expedientes contra la exdirectora general, María Dolores Amorós, y contra los miembros de la comisión de retribuciones, en este último caso por no informar debidamente de las prejubilaciones y las pensiones millonarias de los exdirectivos. En cualquier caso, tanto los afectados como fuentes jurídicas esperan que, tras la apertura del expediente, la CNMV paralice su tramitación hasta que se resuelva el proceso judicial. Con este movimiento habría evitado que puedan prescribir las infracciones. |