El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha augurado que el crédito seguirá bajando en España "en 2013, en 2014 e incluso hasta 2015, y es bueno que sea así", porque el país debe desendeudarse antes de volver a pedir prestado.
En una conferencia en Esade, ha expuesto que mientras no haya reequilibrio del endeudamiento de España y confianza desde fuera, el crédito en general no fluirá, porque los mercados están cerrados, y también escasean los nuevos proyectos de inversión y crecimiento a los que prestar.
Pese a este contexto general, Banco Sabadell ha recuperado ya el objetivo comercial de crecer en crédito, además de en depósitos, aunque lo ha visto difícil: "Tenemos capacidad para dar créditos, pero tenemos dificultad para encontrar clientes que puedan acometer nuevas aventuras con credibilidad".
Ha apuntado que "mientras el PIB no crezca la tasa de morosidad seguirá creciendo", y aunque ha defendido la búsqueda de soluciones para las familias que no pueden pagar la hipoteca --Banco Sabadell no ha realizado deshucios--, ha insistido en que la línea roja que no se debe traspasar es modificar la Ley hipotecaria de forma retroactiva, ya que se debe respetar la seguridad jurídica y la credibilidad del país.
Sobre la Sareb o ''banco malo'', ha querido "dejar claro" que en sus 15 años de trayectoria tiene tiempo de dar salida a su estoc porque su precio está ajustado, pero no van a bajar más los precios inmobiliarios, que en su opinión ya han tocado fondo.
El próximo horizonte de Banco Sabadell pasa por "rentabilizar" su nuevo posicionamiento, después de duplicar su tamaño durante la crisis y de consolidar la solvencia y la liquidez; en 2007, los activos del banco eran de unos 70.000 millones, y prevé que al final de la crisis sean de 200.000 --cifra a la que se acercará con la integración del negocio de la antigua Caixa Penedès-- y el capital principal del 11%.
AJUSTE FISCAL "DISTORSIONANTE"
Oliu ha reconocido la necesidad del ajuste fiscal en España, pero ha añadido que la política actual está teniendo un efecto "distorsionante" que debe tener una duración limitada en el tiempo para no perjudicar el desarrollo empresarial.
Ha señalado que ha mejorado la percepción de España en el exterior y que en 2013 el entorno financiero va a ser más benigno y el ajuste fiscal será menos severo que en 2012, aunque todavía habrá recesión, que puede mejorar a finales de año "si se mantiene la aplicación de las reformas y la estabilidad política".
Por otro lado, ha insistido en que el episodio de rescate de Chipre ha sido un sobresalto puntual sin importancia porque se trata de un caso especial, del que se debe extraer la lección de "cuidado con los paraísos fiscales". |