Las entidades financieras pactan indemnizaciones muy superiores a las establecidas por la legislación
David Navarro / Alicante
El escándalo de las preferentes, accionistas que lo han perdido o lo van a perder casi todo, cientos de miles de familias desahuciadas... simplemente, "la reputación de la banca española ya no podía soportar otro frente de conflicto social". La reflexión, de un directivo del sector financiero que prefiere guardar el anonimato, explica claramente por qué entidades completamente quebradas y con miles de millones en ayudas han pasado por alto las posibilidades que les ofrecía la reforma laboral y han optado por pactar indemnizaciones de auténtico lujo para los afectados por los expedientes de regulación de empleo (ERE) que han puesto en marcha.
Muy lejos de los 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades que les hubiera permitido la nueva legislación „y que en el resto de sectores ya se está aplicando de forma masiva„, los responsables de entidades como el Sabadellcam, Bankia, el Banco de Valencia o, esta misma semana, Novagalicia han acordado con los sindicatos generosas prejubilaciones que permitirán a los afectados seguir cobrando alrededor del 80% de su sueldo hasta que cumplan los 63 años, o bajas indemnizadas que se sitúan entre los 30 y los 35 días por año trabajado más una prima de enganche que puede alcanzar los 30.000 euros y una aportación extraordinaria en concepto de antigüedad.
Incluso en las bajas obligatorias „que sólo se pondrán en marcha si no hay suficientes voluntarios„ las cantidades ofrecidas siguen triplicando en la mayoría de los casos el mínimo legal y se acercan mucho a los establecidos para los despidos improcedentes.
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