- Se hace imprescindible una revisión de muchos procesos con el fin de adaptarlos a la elevada afluencia de público de las antiguas oficinas CAM.
- La situación actual está provocando en la plantilla eternas jornadas laborales, ansiedad, estrés y un grave deterioro de la conciliación de la vida laboral y familiar.
Se cumplían dos meses desde la integración, cuando se convocó por parte de BS la Comisión de Seguimiento del ERE el pasado día 7 de febrero.
En esta reunión, denunciamos el cúmulo de problemas que han aflorado desde entonces. No nos referimos sólo a desajustes técnicos y operativos: cajeros automáticos, recicladores, dispensadores, actualizadores que no funcionaron durante días e incluso semanas, etc… Hablamos del desajuste que se está produciendo entre la operativa, el sistema informático, la normativa vigente en Banco Sabadell, y la idiosincrasia particular de la clientela y de las operaciones habituales de las oficinas procedentes de Banco CAM.
Dos meses después, es una realidad en la mayoría de oficinas de la extinta CAM, el colapso que se sufre ante la lentitud del sistema informático, y lo complicado y farragoso que resultan ser los procesos, incluso de operaciones sencillas. Se hace imprescindible una revisión de muchos de ellos, con el fin de adaptarlos a la elevada afluencia de público que habitualmente tienen las oficinas.
Esta situación está provocando en la plantilla eternas jornadas laborales, ansiedad, estrés y un grave deterioro de la conciliación de la vida laboral y familiar. La queja de los compañeros es unánime, y la percepción de que la situación no va a mejorar si no se actúa de forma decisiva es un hecho.
A raíz de las presiones que estamos ejerciendo, desde BS se están empezando a reconocer tímidamente algunas situaciones, lo que puede suponer un primer un paso para avanzar. Sin el reconocimiento del problema, difícilmente encontraremos la solución. Hemos leído repetidamente en los medios el éxito de la integración, pero esa no es la realidad que están viviendo los empleados ni los clientes, que sufren colas interminables para ser atendidos.
Las propuestas que en la reunión de seguimiento planteó la empresa para resolver esta situación las tomamos como un punto de partida, pero son a todas luces insuficientes.
Los empleados procedentes de Banco CAM quieren trabajar en las mismas condiciones que lo hacen los empleados de BS, así de simple. Ni el número de clientes ni la dotación de plantilla son equiparables. Revisar procesos informáticos y operativos, cuestionarse si queremos trabajar con todos los clientes o reducir el número de éstos, y tantas otras cuestiones, son decisiones que hay que tomar de forma urgente, y alguien deberá de hacerlo.
El Director General, responsable del proceso de integración, remarcó la “excelente actitud” de la plantilla de Banco CAM, y destacó la “ejemplar” asimilación del cambio de cultura y de procedimientos en tan breve espacio de tiempo.
Es ahora la Entidad la que debe actuar de forma igualmente “ejemplar” para con sus empleados. Esta plantilla no merece continuar por más tiempo en esta situación, ni puede seguir siendo sometida a esta presión del todo inaceptable.
Os seguiremos informando. |