Novagalicia anuncia el cierre de otras 30 oficinas en la comunidad tras completar su tercer expediente laboral
El severo proceso de ajuste que está viviendo el sector bancario desde el inicio de la reestructuración, a finales del 2008, todavía no ha llegado a su fin. En los últimos cuatro años, solo la reconversión (fusiones y bancarización) de las cajas ha supuesto destruir 21.000 empleos, directamente vinculados al cierre de 4.432 sucursales.
Ahora, con la llegada del rescate bancario, se anuncia una enésima vuelta de tuerca en la reordenación de las antiguas cajas para poder acceder a los fondos. A la espera de que a finales de mes se concreten los planes de recapitalización de las entidades, los sindicatos calculan que una vez finalizada en su totalidad la reforma financiera, tras la inyección de fondos europeos, el sector deberá prescindir de otros 20.000 puestos.
Entidades como Sabadell con CAM; BBVA con Unnim; o Caixabank con Banca Cívica ya han iniciado esos procesos de ajuste. Otras en situación más complicada como Banco de Valencia o Liberbank están en negociaciones. Las cifras de bajas planteadas hasta el momento superan ya las 3.000. Novagalicia tampoco será ajeno a este proceso:
Nuevo recorte en NCG
Los sindicatos lo ven venir, aunque no se atreven a poner cifras. Desde que se cerró la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova han salido (o han pactado ya su marcha) más de 2.300 empleados. La plantilla no llega ya a los 5.900. Ayer mismo, la dirección comunicó a los sindicatos que entre noviembre y diciembre cerrará otras 30 oficinas, prácticamente todas en Galicia, como consecuencia del tercer ERE, que se completó esta semana al adherirse 350 trabajadores. Hay, confirman los sindicatos, un temor claro a que las futuras desvinculaciones sean aplicando ya la reforma laboral: se indemniza con 20 días por año trabajado, en lugar de los 45 actuales pactados por las centrales. Y ese temor es mucho mayor en la llamada red Evo, la que está fuera de Galicia, y que oficialmente está en venta.
Sabadell con CAM
Uno de los ajustes más numerosos ha sido el pactado por el Banco Sabadell, que reducirá la plantilla de la CAM en 1.250 empleados, de los 1.750 planteados inicialmente, 500 de ellos mediante prejubilaciones. De esta forma, acata las exigencias de Bruselas de reducir la plantilla de la CAM a 4.484 personas antes de enero del 2014. El Sabadell está ahora negociando con BMN (necesitada de capital) la compra de sus oficinas en Cataluña y Aragón, que podría afectar a 2.000 empleados.
BBVA con Unnim
Ha pactado reducir 1.218 empleos en Unnim, entidad que adquirió el pasado mes de mayo mediante subasta al precio simbólico de 1 euro. El ajuste recoge prejubilaciones, excedencias, traslados y bajas voluntarias, con fecha de cumplimiento límite hasta el 1 de junio del 2014.
Caixabank con Cívica
También Caixabank ha comenzado el ajuste de la red de oficinas tras la absorción de Cívica, en agosto de este año. La entidad prevé el cierre de entre 600 y 800 sucursales. La catalana ya ha reducido la plantilla de Cívica en 1.452 empleados, de los 34.800 que conforman el nuevo grupo. Ahora, la reducción del tamaño de la red traerá más despidos. Fuentes sindicales estiman que la cifra no bajará del millar.
Banco de Valencia
Será la primera entidad nacionalizada en aplicar una drástica reducción de empleo que afectará a un máximo de 485 empleados, cerrando 70 sucursales. Para ello aplicará la reforma laboral, lo que ha llevado a la convocatoria de una huelga.
Liberbank
Tras la ruptura del proyecto de fusión con Ibercaja y Caja 3, afronta su recapitalización en solitario (necesita 1.198 millones) con un plan de ajuste basado en suspensiones de contrato durante un año como máximo, medida que podría afectar al 60 % de los 5.000 empleos.
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