La entidad ejecutará en un solo día toda la reestructuración de la red exigida por Bruselas para acelerar la recuperación
DAVID NAVARRO
Si algo está demostrando el Sabadell desde que se hizo cargo del Banco CAM el pasado mes de junio es determinación y rapidez a la hora de ejecutar sus planes para relanzar la entidad alicantina. En el grupo catalán saben que las dudas y las dilaciones juegan en contra del negocio y por eso, tras solventar el problema de las preferentes y encarrilar la gestión de la enorme cartera inmobiliaria acumulada, su próximo objetivo es resolver cuanto antes la reestructuración de la red que reclamó Bruselas para autorizar la operación. Si todo va según lo previsto, la intención es cerrar de golpe las 360 sucursales que restan para cumplir con las exigencias de la CE el próximo día 7 de diciembre, aprovechando que ese mismo fin de semana se realizará la plena integración de los sistemas informáticos. De esta forma, los gestores del grupo quieren eliminar cualquier incertidumbre y que los directores de zona y de las propias sucursales puedan elaborar los presupuestos y los objetivos para el próximo ejercicio teniendo clara cual será la situación. También se evitará problemas a los clientes, que sabrán definitivamente cual será su oficina.
No obstante, hasta llegar a ese día el Sabadell aún debe dar unos cuantos pasos más. El más inmediato será el cambio de imagen de las antiguas sucursales de la entidad alicantina en la Comunidad Valenciana y Murcia, que a partir del próximo 15 de septiembre y de forma progresiva irán sustituyendo el tradicional anagrama con el círculo naranja de Caja Mediterráneo por el azul de la nueva marca comercial que se utilizará en la zona, SabadellCAM.
Los cambios empezarán a llegar directamente a los clientes a partir de octubre. Será entonces cuando, por ejemplo, se distribuyan las nuevas tarjetas de coordenadas para los que operan a través de Internet y también cuando se cambien los números de cuenta para unificarlos con los del resto del grupo. Lo que no habrá que cambiar son las tarjetas de crédito y débito, que podrán seguir utilizándose con total normalidad. También se informará previamente a los clientes de su nueva sucursal, en el caso de que se vean afectados por los cierres previstos para el 7 de diciembre.
En cuánto a las repercusiones sobre el personal del cierre simultáneo de más de 360 oficinas, se prevé que para entonces ya se conozca cómo se ejecutará el expediente de regulación de empleo (ERE), que esta misma semana seguirán negociando la dirección del grupo y los sindicatos, de forma que todos los empleados sabrán ya si abandonan la entidad o si tienen un nuevo destino en el grupo. En cualquier caso las bajas no empezarán a aplicarse hasta 2013 y hasta entonces habría una especie de periodo transitorio en el que también se aprovecharía para formar a los trabajadores que cambian de tarea.
Recorte mayor de lo previsto Para conceder su visto bueno a la adjudicación del Banco CAM, la dirección general de la Competencia de la UE exigió la clausura de 464 oficinas de las más de 2.200 que sumaba el nuevo grupo, una cifra algo mayor de la prevista inicialmente. En concreto, Bruselas reclamó que la nueva entidad resultante no acumulara en la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares más sucursales de las que ya tenía en solitario el Banco CAM para evitar distorsiones en el mercado financiero de estas autonomías. Esta cifra, sin embargo, no tiene en cuenta los cierres de oficinas que ya se han registrado desde la intervención de la entidad, que suman casi un centenar, por lo que el ajuste pendiente de ejecutar es de algo más de 360 sucursales. De ese número, alrededor de un centenar de cierres se producirán en la Comunidad Valenciana, donde no pueden quedar más de 398 oficinas; en Murcia serán una veintena hasta quedarse la red en 149 locales; mientras que en Baleares bajarán la persiana 27 sucursales, para dejar el total en 65. Las restantes 200 dejarán de funcionar fuera de los territorios históricos de la CAM. Los sindicatos esperan conocer esta semana el listado exacto de las delegaciones que desaparecen para saber en qué zonas se producirán los mayores excedentes de personal.
La prioridad, recuperar depósitos Los responsables del Sabadell quieren que la red esté a pleno rendimiento en el periodo más corto de tiempo posible con el objetivo de que se acelere la recuperación de depósitos de clientes. Pretenden que en menos de un año regrese el 60% del ahorro que huyó del Banco CAM por la intervención y los escándalos de sus anteriores responsables.
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