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M. A. R. / ALICANTE

Día 12/07/2012

El expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Modesto Crespo declaró ayer ante el juez que no puso ninguna objeción a que la exdirectora general de la caja María Dolores Amorós cobrara un sueldo anual de 593.040 euros porque cualquier crítica en ese sentido hubiera sido tachada de sexista. Crespo razonó que Amorós pasó a cobrar el mismo sueldo que tenía su antecesor en el cargo, Roberto López Abad, y de hecho era una de las pocas mujeres que ocupaba un puesto de tan alta responsabilidad en una caja de ahorros española. Por este motivo, consideró que cualquier reproche a su retribución podría ser considerado como un ataque a la igualdad salarial de las mujeres.

Modesto Crespo declaró ayer como imputado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, el magistrado Javier Gómez Bermúdez, que instruye la causa abierta contra la antigua cúpula de la caja alicantina por presunto delito societario y de estafa.

Durante su comparecencia, el expresidente de CAM respondió a las preguntas planteadas por el fiscal Anticorrupción y por el propio magistrado, pero en cambio se negó a responder las preguntas del abogado Diego de Ramón, impulsor de las querellas interpuestas, como acusación particular, en representación de cerca de 500 afectados por el impago de las cuotas participativas de la caja.

Créditos a bajo interés

Crespo aseguró ante el juez que su papel como presidente de Caja Mediterráneo (CAM) no era ejecutivo, sino «meramente representativo». En este sentido, explicó que su trabajo consistía en reunirse, como mediador de la caja, con representantes de instituciones políticas y empresariales, como el expresidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps o el obispo de Alicante. En la misma línea, Crespo atribuyó toda la responsabilidad sobre la gestión diaria de la entidad al comité de administración y a la dirección de la caja.

El abogado de la acusación particular recordó ayer que las empresas de Crespo se beneficiaron de un crédito de la CAM de 5 millones de euros, a un tipo de interés del 2,5 %, cuando el tipo medio que se aplicaba a los clientes de la caja rozaba el 7 %. En cuanto a la retribución de María Dolores Amorós, asumió el cargo de directora general de CAM en diciembre de 2010. Pactó con el entonces presidente, Modesto Crespo, cobrar una retribución similar a la de su antecesor en el cargo, Roberto López Abad -593.040 euros anuales- y una pensión vitalicia de 369.497 euros al año. Tras ser despedida por los administradores provisionales del FROB, recurrió a los Juzgados de lo Social para reclamar una indemnización de 10 millones de euros por despido improcedente. No obstante, la juez confirmó las razones objetivas de su despido anuló su pensión vitalicia. La propia María Dolores Amorós ha sido citada a declarar mañana viernes ante el juez Gómez Bermúdez, también como imputada. En cuanto al exdirector general Roberto López Abad, su comparecencia como imputado había sido fijada inicialmente para hoy jueves, pero ha sido pospuesta hasta el día 19.

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