El vicepresidente del Gobierno de Murcia, Juan Bernal, ha informado al Banco de España de que «no tuvo conocimiento de las debilidades que presentaba la CAM»; que en su calidad de vocal del Consejo de Administración de la entidad durante 14 meses «no desempeñó funciones ejecutivas», y que hubo una «deliberada actuación de los órganos directivos dirigida a impedir» que los vocales, los entes supervisores y los auditores «tuvieran conocimiento de lo que realmente sucedía»
M. BUITRAGO / R. COLL | MURCIA.
Así figura en las alegaciones presentadas por Bernal para defenderse de las supuestas infracciones que le atribuye el Banco de España en el expediente sancionador abierto contra éste y los demás exconsejeros y exdirectivos de la Caja.
En el pliego, su abogado pide el archivo y subraya la «ausencia de responsabilidad» en las tres infracciones que se le imputan provisionalmente. Indica que en su actuación como vocal, en representación del Grupo de Corporaciones Locales, «no concurre culpabilidad alguna». «En último extremo», añade, dicha actuación «ha venido motivada por el error invencible ocasionado por las actuaciones gravemente cuestionables de las Comisiones de Inversiones, de Control y de Retribuciones de la Caja, así como por los actos de los órganos directivos que han ocultado información relevante».
Sostiene que el denominado «núcleo duro» de la CAM (integrado por el presidente, los tres vicepresidentes, el secretario general, el director general, la directora general adjunta y los restantes directivos de la entidad) «definía las políticas y estrategias de inversión, realizadas fundamentalmente a través de la sociedad Tenedora de Inversiones y Participaciones». Se refiere a doce exdirectivos y «a los restantes directores territoriales» que realizaban «el manejo efectivo de la CAM». Abundando en su defensa, Bernal declara que los órganos directivos no suministraban a los vocales «información real» y que aquéllos no tenían medios que les permitieran conocer las deficiencias contables y de control alegadas por la Inspección del Banco de España. En este sentido fue decisiva la carta del Banco de España de diciembre de 2010 señalando las debilidades de la Caja, de las que no se dio lectura a los consejeros.
|