El presidente de la comisión de control de Caja Mediterráneo (CAM), Juan Ramón Avilés, presentó ayer ante el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) un escrito en el que denuncia que el administrador del FROB José Antonio Iturriaga ha incurrido en una situación prohibida de incompatibilidad, al ocupar al mismo tiempo el cargo de administrador en la CAM y en el Banco de Valencia
M. A. R. / ALICANTE
Día 29/05/2012
. Una duplicidad que está prohibida tanto por el artículo 19.b de la Ley de Cajas de Ahorros de la Comunidad Valenciana como por el artículo 17.b de los estatutos de la propia CAM.
Avilés compareció ayer ante la comisión de investigación de las Cortes Valencianas sobre la quiebra de CAM. En su intervención, señaló que la comisión de control actuó siempre «conforme a Derecho» y de acuerdo con los informes de auditoría que recibía, siempre sin ninguna salvedad. Además, puso de relieve que el Banco de España no detectó ninguna de las irregularidades que ahora denuncia, a pesar de que sus inspectores permanecieron en la caja durante tres años, hasta 2010. «¿Cómo pretenden que la comisión de control controle un banco o controle un SIP, si el Banco de España no puede hacerlo?», se preguntó al respecto.
Por otro lado, Avilés pidió a los nuevos gestores de la CAM que asuman sus compromisos adquiridos con los 54.000 clientes que compraron cuotas participativas de la caja. «La mejor obra social es pagar las cuotas participativas», señaló.
También el vicepresidente de la comisión de control de la CAM Juan Hernández Olivares cuestionó ayer el papel del Banco de España y de su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, de quien dijo que debería haber presentado la dimisión «por vergüenza torera».
«Una cajera de supermercado»
Por último, ayer también compareció ante la comisión de control el ex consejero de la caja José Enrique Garrigós, quien afirmó que no estaba «preparado» ni tenía «tiempo» para revisar los balances sobre las cuentas de la entidad que les presentaba el equipo directivo. Garrigós culpó a la Ley de Cajas de que el consejo de CAM estuviera forma por gente sin formación financiera como «una cajera de supermercado» o una «socióloga».
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