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28 may 2012 | Las Provincias | X. MORET

VALENCIA. La nueva vida de la CAM está a punto de comenzar. El Banco Sabadell, nuevo propietario del Banco CAM, espera recibir esta semana la autorización definitiva para tomar el control de la entidad que se adjudicó en subasta el pasado mes de diciembre por un precio simbólico de un euro. La entidad ha tenido que revisar al alza su previsión de cierre de oficinas en la Comunitat Valenciana y Murcia ante las nuevas exigencias de la Comisión Europea para concederle un visto bueno que esperaba recibir en marzo. Una vez aceptado ese requisito para desbloquear la autorización, la entidad catalana espera tomar las riendas en cuestión de días.

En concreto, el grupo SabadellCAM deberá cerrar 138 oficinas en la Comunitat y Murcia, ya que los nuevos requisitos impuestos por Bruselas establecen que el número de sucursales del grupo SabadellCAM en los territorios naturales en los que opera la CAM no puede ser superiores al que ya tenía la entidad alicantina cuando estaba en solitario. Otra de las exigencias comunitarias que ha tenido que aceptar el Banco Sabadell es la renuncia a realizar cualquier otra operación en la misma región durante un periodo de diez años, lo que le impide participar en la subasta del Banco de Valencia.

El Banco Sabadell tiene muy madurado su plan para entrar en Banco CAM. La integración comercial y de los activos inmobiliarios será inmediata, mientras que la integración tecnológica y la unificación de marcas se completará el 8 de diciembre. Una de las prioridades será recuperar la confianza de los clientes de la CAM y conseguir que vuelvan parte de los depósitos fugados de la entidad desde que fue intervenida el pasado verano. La tendencia ya se revirtió en marzo, ya que en el primer trimestre el Banco CAM logró recuperar 155 millones de euros en depósitos. El Sabadell también tiene lista la campaña comercial que lanzará nada más tome el control, cuyo objetivo es transmitir el mensaje de que la CAM inicia una nueva etapa tras haber superado sus problemas.

Tres meses trabajando

El director territorial del Sabadell en la Comunitat, Jaume Matas, y el exdirector de banca comercial, Jaume Puig, llevan tres meses al frente de la red de CAM preparando sus estructuras para la nueva etapa. Miguel Montes, director general de Banco CAM y máximo responsable de la integración, desveló hace unos días el organigrama del SabadellCAM, cuyo director comercial será el propio Jaume Matas. El exsecretario general de la CAM, José Pina, será el director territorial en Alicante, mientras que Jose Manuel Candela lo será en Murcia, Ramón Reche, en Valencia y Castellón y Pedro Ballester, en Baleares.

Al frente de la dirección territorial de empresas estará Cristóbal Peña. El Sabadell volcará muchos recursos en este sentido, ya que aspira a aprovechar la oportunidad de convertirse en el primer banco valenciano ante el retroceso que está sufriendo Bankia.

Otra de las cuestiones que el Sabadell abordará de forma inmediata es la situación de los tenedores de cuotas participativas de la CAM. El pasado jueves, el actual responsable de la entidad alicantina en Alicante, Salvador Cases, ya avanzó que los nuevos gestores atenderán de forma individualizada a estos clientes descontentos para ofrecer una solución a sus «situaciones particulares». Los responsables del Sabadell llevan semanas estudiando las situaciones particulares de los cuotapartícipes, a quienes prevé ofrecer alternativas a su inversión.

Al margen de la campaña comercial, el Sabadell también buscará aumentar su visibilidad en los territorios históricos de la CAM través de acciones de patrocinio y mecenazgo en la Comunitat.

En ese sentido, será clave la conversión de la caja alicantina en fundación especial que se aprobará en la junta de junio. Banco Sabadell ya ha manifestado su intención de implicarse como «patrono y contribuyente» para mantener la Obra Social que desarrollaba la caja alicantina.

Fuentes de la entidad resaltaban la importancia de que su peso no se circunscruba al sur de la Comunitat sino que se plantea tener una fuerte implantación en el resto de la autonomía, especialmente en Valencia por la importancia política y económica.

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