La compañía, propietaria de varios hoteles en el Caribe, afirma que la entidad podrá recuperar su inversión y ganará dinero
DAVID NAVARRO La CAM podría abandonar en breve el accionariado del grupo hotelero Valfensal, que ha sido objeto de polémica en las últimas semanas por un informe de la consultora Deloitte en el que se denuncia el supuesto pago de comisiones en paraísos fiscales y la falta de control sobre los fondos utilizados, acusaciones que la firma rechaza. Según confirmaron a este diario fuentes oficiales de la compañía, los accionistas mayoritarios, los empresarios Juan Ferri y José Baldó, mantienen conversaciones bastante avanzadas con la entidad para comprarle su participación del 30% y desligarse por completo de ella.
Las citadas fuentes no quisieron concretar el importe que se baraja para la operación, que aún no está cerrado, pero sostienen que será una cantidad "superior" a los aproximadamente 17 millones de euros de capital que habría aportado la caja a la sociedad. Es decir, que la CAM obtendría plusvalías con la venta de su paquete accionarial. Hasta el momento han sido los administradores del FROB los responsables de supervisar las conversaciones, según las mismas fuentes, y no ha habido contactos directos con el Sabadell ya que éste aún no ha recibido la autorización de Bruselas para tomar el control de la entidad alicantina.
La CAM decidió constituir Valfensal junto con los citados empresarios en el año 2004, dentro de la estrategia de su entonces director general, Roberto López Abad, y su hombre de confianza, Daniel Gil, para impulsar la participación de la caja en proyectos inmobiliarios como promotor y no sólo como financiador de los mismos. Desde entonces el grupo ha comprado tres hoteles en México -el Sandos Caracol, el Sandos Playacar y Le Meridien de Cancún- y dos parcelas: una en el país azteca que servirá para ampliar el citado Sandos Playacar, y otra más en Playa Bábaro, en República Dominicana. Según las últimas tasaciones realizadas por CB Richard Ellis, correspondientes al año 2010, su valor de mercado rondaría los 297 millones de euros.
No obstante, el grupo también arrastra una deuda de 131 millones de euros con la propia CAM, que se refinanció en el año 2009 para aumentar el plazo de carencia con el objeto de dar liquidez a la firma. La compañía asegura que está al corriente de los pagos del préstamo.
El grupo posee diversas sociedades radicadas en México para gestionar cada uno de los hoteles y tiene también otra más, Jacksonport, el touroperador que se encarga de la comercialización de las habitaciones, domiciliada en las Antillas Holandesas, considerada hasta el año pasado un paraíso fiscal por el Ministerio de Hacienda español.
La decisión de recomprar la participación de la CAM se habría adoptado tras la intervención de la entidad y una vez que la misma ha dejado de aportar financiación al grupo, el objeto de su alianza. De hecho, la compañía está preparando la construcción de un nuevo establecimiento con un crédito de un banco local dominicano.
Venta de la cartera empresarial Desde el punto de vista de la CAM, la operación encaja con el deseo reiterado en numerosas ocasiones por los responsables del Sabadell de desprenderse de toda la cartera empresarial de la entidad alicantina. Al contrario que la mayoría de cajas de ahorros, el banco catalán nunca ha mantenido participaciones empresariales destacadas ya que considera que los negocios deben hacerlos "los clientes".
De hecho, como avanzó este diario el pasado 28 de abril, el Sabadell creará incluso una unidad especial con la única finalidad de encontrar compradores para sus participaciones. Tras la venta el pasado verano del 5% del banco marroquí BMCE y del porcentaje similar que poseía en el touroperador TUI, la CAM aún mantiene porcentajes significativos en empresas como Meliá (6%), Trasmediterránea (12%), García Carrión (8,9%) o Subús (15%).
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