Dicho contrato, al que ha tenido acceso ABC, incluye una cláusula según la cual si algún alto cargo del Banco Base reclama una compensación económica tras abandonar la entidad, será abonada por la caja de ahorros de la que procede
M. A. R. / ALICANTE
Día 29/02/2012
Tras romper la «fusión fría» que habían pactado, el entonces presidente de Caja Mediterráneo (CAM), Modesto Crespo, firmó el pasado 6 de abril un «contrato confidencial» por el que se hacía efectiva la salida de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura del Banco Base que habían constituido conjuntamente las cuatro cajas.
En esta situación se encontraba Roberto López Abad, quien en noviembre de 2010 cesó a petición propia como director general de CAM, para asumir el mismo cargo en el Banco Base. Sin embargo, tras romperse la fusión López Abad se reincorporó a Caja Mediterráneo y, tan sólo un mes antes de que la caja fuera intervenida por el Banco de España, se prejubiló el 29 de junio de 2011. La CAM le pagó una prejubilación de 5,5 millones de euros, en atención al cargo de director general que había desempeñado.
El expediente disciplinario que el Banco de España ha abierto a 48 ex directivos de la CAM indica que «existen dudas razonables de que la adhesión de Roberto López Abad se llevase a cabo dentro del plazo establecido al efecto, aunque formalmente es así». Y añade que, al igual que otros cinco miembros del comité de dirección, se benefició de condiciones económicas «mejores» que el resto de la plantilla de CAM acogida al Expediente de Regulación de Empleo.