El patrimonio de la caja suma 180 millones y los cuotapartícipes han perdido 220
M. A. R. / ALICANTE
Día 25/02/2012
La Comisión de Control de Caja Mediterráneo ha propuesto a los administradores del FROB vender el patrimonio de la Obra Social de CAM para pagar la deuda pendiente con los compradores de cuotas participadas, cuya inversión ha quedado reducida a cero euros.
El patrimonio de la Obra Social está valorado en torno a los 180 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a los 220 millones de las cuotas participativas que se han volatilizado como consecuencia de la descapitalización de la caja de ahorros. En su requerimiento firmado el pasado día 13, los miembros de la comisión de control piden a los administradores temporales de la CAM que tomen una decisión cuanto antes sobre el futuro de la Obra Social —que constituye prácticamente el único patrimonio de la caja que no ha sido transferido al Banco CAM— y busquen una solución para resarcir a los cerca de 50.000 inversores que compraron cuotas.
El patrimonio de la Obra Social incluye inmuebles de un indudable valor cultural, ligado a la historia de la provincia, como la Casa Museo Azorín de Monóvar —que fue adquirida por CAM en 1965—, la Biblioteca Gabriel Miró y la Casa Modernista de Novelda. Este último inmueble, que data de principios del siglo XX, fue comprado por la caja de ahorros en 1975 y alberga el legado del científico Jorge Juan Santacilla.
El Centro de Legados
La Obra Social y Cultural de la CAM cuenta también con una extensa colección de arte contemporáneo, compuesta por 215 obras de artistas como Gordillo, Barceló o Tapies. Una parte de esta colección se exhibe en la sala de exposiciones de la Lonja de Alicante.
A lo largo de las últimas décadas, la Obra Social ha atesorado el legado de destacadas personalidades del mundo de la cultura como el dramaturgo Carlos Arniches o el escritor Gabriel Miró. Además del Centro de Legados y Donaciones en el que se encuentran más de 180.000 documentos y libros, la CAM gestiona los espacios Camon de Alicante, Murcia y Madrid, así como aulas de cultura en Alicante, Elche, Benidorm y Murcia. Un patrimonio cuya venta, tal como argumentan los miembros de la comisión de control presidida por Juan Ramón Avilés Olmos, podría servir para resarcir a los inversores de las cuotas participativas
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