La exdirectora general de la CAM María Dolores Amorós fue increpada por los afectados por su gestión en la entidad al acceder al juzgado de los Social 4 de Alicante, donde se inicia el juicio por su despido
La abogada de la Caja Mediterráneo ha considerado desproporcionada la petición de la millonaria indemnización que Amorós reclama por despido improcedente, a la que se sumaría una segunda indemnización por el tiempo trabajado, cuya cuantía aún no ha sido expuesta.
Su petición ha sido expuesta en el inicio de la vista oral que por este hecho se celebra en el juzgado de lo Social 4 de Alicante, cuya sesión es seguida por una veintena de medios de comunicación y por un grupo de titulares de acciones preferentes.
En su exposición de hechos, la abogada de la entidad bancaria alicantina ha apuntado que Amorós "falseó cuentas, manipuló resultados y ocultó información".
Ha explicado que la exdirectora general de CAM, cargo que ostentó entre diciembre de 2010 y septiembre de 2011, engañó al Consejo de Administración y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al informar de "la buena situación de CAM" en el primer trimestre del año pasado, cuando "la morosidad de los créditos y la falta de provisión" ante los impagos era evidente.
La letrada de Banco CAM ha incidido en que, si bien Amorós "transmitía tranquilidad" y aseguraba "la viabilidad" de la entidad, "la realidad" era de "una liquidez comprometida", "un deterioro de los activos", "una reducción de los márgenes" y "falta de confianza externa".
Fuentes del entorno de la exdirectora general han adelantado que Amorós tiene previsto pedir que su despido sea declarado improcedente, decisión que, de alcanzarla, podría conllevar el cobro de una indemnización cifrada, según la acusación particular, en diez millones de euros.
Además, Amorós instará a que se respete la pensión vitalicia de 369.497 euros al año aprobada cuando estaba al frente de la entidad y que fue derogada posteriormente.
Gritos de "ladrona y choriza"
La exdirectora general de la CAM fue increpada por los afectados por su gestión en la entidad al acceder al juzgado de los Social 4 de Alicante, donde se inicia el juicio por su despido.
Amorós, expedientada por el Banco de España y denunciada por estafa, delito societario y falsedad documental ante la Audiencia Nacional, acudió al juzgado acompañada por su letrado, donde fue increpada con gritos de "choriza", "ladrona" y "corrupta".
Amorós fue despedida el 28 de septiembre de 2011 por los nuevos administradores de CAM a raíz de la intervención del Banco de España en julio de ese año, que, a través del FROB, capitalizó la CAM con 2.800 millones de euros mediante la compra de acciones y de otros 3.000 millones para dar liquidez inmediata.
Las razones ofrecidas para el despido fueron que había buscado "el beneficio propio, falseando las cuentas y realizando una gestión deficiente" mientras ocupaba el cargo de directora general.
Además, los administradores nombrados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) también consideraron "reprobable" su sueldo y la pensión de por vida acordada durante la etapa en la que CAM era presidida por Modesto Crespo.
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