Existe un rayo de esperanza para la desesperada situación de los 50000 inversores atrapados en las cuotas participativas de la CAM
El comprador de la caja alicantina, Banco Sabadell, ofrecerá una compensación a los clientes particulares de la entidad que posean estos títulos, según fuentes conocedoras de la situación. Se trata de una mera táctica comercial para conservar a esos clientes, ya que el banco catalán no tiene ninguna obligación de hacerse cargo de las cuotas, cuyo valor económico es cero como adelantó la semana pasada El Confidencial.
Un portavoz del Sabadell se remitió al hecho relevante remitido el lunes a la CNMV, en el que el banco explica que las cuotas participativas de la CAM no han sido traspasadas a Banco CAM -que es lo que ha adquirido el Sabadell- y añade que "tal y como está diseñado el proceso, es de prever que las cuotas participativas no tengan valor económico significativo. Este proceso está sujeto a la aprobación de las autoridades regulatorias europeas y de las autoridades españolas, lo que condiciona y limita cualquier decisión que se pueda tomar sobre las mismas".
Las fuentes citadas descartan la medida solicitada por algunos afectados agrupados en una Asociación de Impositores de la CAM: un canje de las cuotas por acciones del Sabadell que éste tenga en autocartera, o bien una recompra de las mismas a un precio pactado. La razón es que se trata de una compensación en tanto clientes y no cuotapartícipes, ya que el comprador no tiene ni obligación ni derecho a compensar a estos últimos.Además, se trata de algo totalmente al margen de la operación, que contempla la reducción del capital a cero incluyendo las cuotas.
Esta compensación no podrá hacerse efectiva antes de que Bruselas autorice la compra y el Sabadell tome posesión efectiva de la CAM, algo que se calcula que ocurrirá en marzo. Asimismo, no se ha decidido aún qué fórmula se ofrecerá ni a cuántos clientes, ya que se decidirá en función de la situación individual de cada uno. Se asemejará a la solución ofrecida en 2009 por el Santander y por el propio Urquijo (filial del Sabadell) a los afectados por los bonos de Lehman: o bien un depósito, o bien preferentes o títulos similares.
Según han denunciado los afectados, muchos de ellos compraron las cuotas sin contar con información suficiente o porque se les exigía como condición para recibir un préstamo, por ejemplo. Asimismo, los cuotapartícipes creen que no deben ser ellos los que asuman las consecuencias de la nefasta gestión de unos gestores que han llevado la CAM a la quiebra y que además se han embolsado unas indemnizaciones millonarias; hay que recordar que las cuotas participativas tienen derechos económicos (dividendo) pero no políticos.
Las compensaciones de Lehman
Tras la quiebra de Lehman, Santander extendió a los que tenían productos garantizados estructurados sobre bonos del banco norteamericano la misma solución que había ofrecido a los afectados por la estafa de Madoff: unas preferentes perpetuas pero rescatables por el banco a los 10 años, con un interés anual del 2%. Asimismo, les concedió la posibilidad de hacer líquida su posición mediante un crédito al 3%.
En cuanto al Urquijo, también dio una compensación parcial a los clientes con productos garantizados, que consistía en que el banco compraba el bono al 50% de su valor inicial e invertía ese dinero en un depósito a cinco años al 6,5% TAE de rentabilidad, lo que suponía que, al vencimiento, el cliente recuperaba el 70% de su inversión inicial. En ambos casos, se trataba de compensaciones voluntarias para conservar los clientes (no estaban obligados a darlas), que exigían a cambio un compromiso de permanencia y que el cliente renunciara a acciones legales contra las entidades. |