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Todos los sindicatos de Caja Mediterráneo (CAM), a excepción de CGT, solicitaron ayer a los tres administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) que gestiona la entidad desde su intervención, el pasado 22 de julio, el cese «fulminante» de los siete directivos que quedan de la anterior cúpula de gestión que coordinaba Roberto López Abad. Además, en el mismo escrito remitido al cabeza visible en la gestión nacionalizada de CAM, Juan Antonio Iturriaga, Sicam (el sindicato mayoritario y de antiguo próximo a esa cúpula directiva de la sexta planta y a los dictados de López Abad), UGT, CC OO, Alta, Csica y el Sindicato Vietnamita exigen la inmediata destitución de la hermana de la exdirectora de la Caja, Maria Dolores Amorós, la cual fue ascendida en la reestructuración que hubo a los pocos días de quebrarse la fusión fría con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura.

Según confirman Isidro Grao, de CC OO-CAM, y Federico Pastor, de UGT-CAM, se pide que «se cesen a esos siete directivos con arreglo a la legislación vigente». En el supuesto de la hermana de Amorós, que fue ascendida a dedo hasta la dirección de Particulares de la dirección territorial de CAM, «por un claro caso de nepotismo», explican los dos dirigentes sindicales.

Para los sindicatos CAM, los administradores deben retirar de «primera línea» de la gestión a los gestores que colaboraron con el equipo de López Abad en la «ruinosa gestión». Además, denuncian que son los mismos que se han tratado de garantizar rentas vitalicias de hasta 360.000 euros anuales al cumplir los 65 años tras la firma de una póliza privada, con una prima de 32 millones de euros que fueron desembolsados sin el conocimiento del consejo de administración y la asamblea de la CAM, según ha confirmado la Secretaría General de la Caja a la plataforma de unidad sindical. Estos directivos que responsabilidad tras la intervención del Banco de España serían, según los sindicatos, José Pina (exdirector de Inversiones y exsecretario general); Francisco Martínez, Teófilo Sogorb, Ildefonso Riquelme, Bernardo Chuliá y Petro Torres, estos tres últimos directores territoriales en Murcia, Valencia y Madrid. Constituían la cúpula directiva junto a los que salieron precipitadamente antes de la nacionalización: Roberto López Abad, Vicente Soriano Terol, Joaquín Meseguer, Daniel Gil, Agustín Llorca y Gabriel Sagristá. La salida fue más precipitada en unos casos que en otros. En el de Agustín Llorca, se produjo pocas horas antes de la intervención del Banco de España. La víspera.

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