Las tres mayores emisiones de participaciones preferentes vendidas a particulares cotizan con pérdidas; Las de Caja Madrid caen un 45% respecto al precio de colocación; las de Santander, un 15%, y las de La Caixa, un 35%
Algunos inversores comienzan a sufrir en sus bolsillos los efectos colaterales de la primera recapitalización de la banca española, que los particulares se cargaron a hombros hace ahora dos años. Fue en 2009 cuando las entidades financieras lanzaron una avalancha de participaciones preferentes por más de 12.000 millones de euros, con el objetivo de mejorar sus ratios de solvencia.
La fórmula era sencilla para las entidades, pues podían colocarlas en sus oficinas y no tenían que realizar ampliaciones de capital. Los inversores, sin embargo, asumían los riesgos derivados de una deuda ultrasubordinada; es decir, que en caso de quiebra del emisor se situarían a la cola en el concurso de acreedores, solo por delante de los accionistas. Igualmente, su remuneración no está asegurada, depende del beneficio obtenido por la entidad.
BBVA dio el pistoletazo de salida a finales de 2008 y en 2009 otras 22 entidades, entre bancos y cajas, lanzaron sus propias emisiones. Las de mayor tamaño fueron las de Caja Madrid (3.000 millones de euros), La Caixa (2.000 millones) y Santander (también 2.000 millones). Y precisamente son estas tres las que sufren más en el mercado secundario.
En las últimas semanas, el mercado exige una segunda recapitalización de la banca europea, lo que, junto al recrudecimiento de la crisis de deuda soberana, ha contribuido a depreciar el precio de todo tipo de renta fija privada.
Así, las preferentes del Santander colocadas en junio de 2009 cerraron ayer al 85% del nominal, de acuerdo a los datos proporcionados por AIAF, el mercado español de renta fija privada; es decir, caen un 15% respecto al precio de colocación. Su rendimiento el primer año fue del 5,75%; el segundo, del 4,75%; y ahora pagan el euríbor a tres meses (en el 1,59%) más 220 puntos básicos (100 equivalen a un punto porcentual).
Las colocadas por La Caixa también en el verano de hace dos años cotizan al 65,1% (el descuento asciende por tanto al 34,9%), según su cierre de ayer en AIAF. En este caso, el rendimiento que pagan es del euríbor a tres meses más 350 puntos básicos. Las vendidas por Caja Madrid -ahora en el balance de Banco Financiero y de Ahorros, la matriz de Bankia- al 54,7%, según los datos de Bloomberg, de forma que la pérdida es del 45,3%. Pagarán hasta julio de 2014 el 7% y después el euríbor a tres meses más 475 puntos básicos.
Fuentes del mercado señalan, no obstante, que los precios son producto de las órdenes que introducen los proveedores de liquidez de cada una de las emisiones y que no tienen por qué coincidir con lo que puede obtener un inversor que trate de deshacerse de los títulos acudiendo a la oficina en la que compró las preferentes.
"Las caídas en el mercado de renta fija han sido generalizadas, y en el de las preferentes ha sido especialmente importante. Eso sí, hay muchos tipos de preferentes, cada una con sus características y de ahí que coticen con precios muy distintos", explica Ferrán Cuito, gestor del fondo Bankpime Participaciones Preferentes. Este experto asegura, sin embargo, que este momento puede ser interesante para invertir en preferentes de banca, debido a sus importantes caídas.
A partir de ahora, conforme a las directrices de Basilea III, que ya han sido adaptadas a la normativa nacional, el pago de los rendimientos deberá ser completamente discrecional para que puedan computarse como recursos propios de primera categoría (Tier 1). De momento, la única entidad que ha comercializado preferentes adaptadas a las nuevas exigencias ha sido Banca Cívica, que colocó a comienzos del ejercicio 200 millones de euros, con un rendimiento del 8,65% hasta febrero de 2015. |