Ausencia total de compradores para las cuotas de la CAM; La decisión del Banco de España de anular la amortización de los títulos de la caja a 4,77 euros desató una oleada de órdenes de venta imposibles de casar que dejó atrapados a los más de 54.000 cuotapartícipes; La acción no llegó a cotizar con normalidad ayer y no fue hasta la subasta de cierre cuando se fijó un precio en 1,7 euros, lo que supuso un desplome del 50% para el valor
Se cumplen los peores pronósticos para los cuotapartícipes de la CAM. La entidad alicantina, intervenida desde el pasado 22 de julio, no podrá amortizar estos títulos a 4,77 euros tal y como acordó el anterior consejo de administración. El FROB anunció el miércoles, tras el cierre del mercado, que anula esta decisión, lo que provocó la huida masiva de inversores, la mayoría de los cuales no pudo vender por la nula liquidez de la acción.
La noticia desató tal oleada de órdenes de venta desde primera hora de ayer que el fuerte desequilibrio entre las posiciones vendedoras (357.127) y compradoras (23.634) impidió que se levantara la subasta de apertura. No fue hasta la subasta de cierre cuando se casaron las escasas órdenes de compra a un precio de 1,7 euros, lo que supuso un desplome de la acción del 50% respecto al cierre de la víspera.
Pocos inversores se muestran dispuestos a apostar por la caja alicantina, en pleno proceso de reestructuración y pendiente de que el FROB la sanee y encuentre un comprador en un entorno de mercado muy complicado en el que crece el recelo a todo aquello que huela a países periféricos, sector financiero o exposición al ladrillo, características todas que reúne CAM. De hecho, en la sesión de ayer tan solo se movieron 40.000 euros al intercambiarse 23.634 títulos, una cifra muy inferior a la media diaria de 78.023 que solía negociar la acción.
Los cuotapartícipes de la CAM, 54.275 a cierre del tercer trimestre de 2010, según los últimos datos que recoge la entidad en su web, se encuentran así en una encrucijada, con su inversión atrapada en una caja quebrada, cuyo valor está en caída libre y sin la posibilidad de que la entidad recompre los títulos como prometió en julio. Amortizar las cuotas a 4,77 euros -un valor equivalente a la media de cotización de los tres meses previos al acuerdo pero inferior a los 5,85 a los que debutó en julio de 2008-, hubiera implicado pagar un precio un 40% superior a los 3,4 euros a los que cotizaban las cuotas el miércoles. Una decisión que hubiera resultado extraña en una caja intervenida por el Estado. Los administradores del FROB, de hecho, explicaron la decisión de anular el acuerdo de amortización, "atendiendo a la necesidad de que se acuerden primero los términos del plan de reestructuración de la entidad".
Escaso capital flotante
Los problemas de CAM han tardado en reflejarse en su cotización. Debutó en el mercado en un momento convulso para el sector, julio de 2008, pero se ha mantenido a flote incluso en los momentos de más tensión en gran medida debido a su escaso capital flotante, pues la emisión de cuotas fue de apenas el 7,5% del capital social de la caja de ahorros. Esta característica ha permitido a la entidad alejarse del derrumbe generalizado de los valores financieros en sus primeros años de vida pero ahora juega en contra de quienes quieren vender. Las cuotas, de hecho, llegaron a cotizar a 7,17 euros por acción en noviembre de 2010 y en plena convulsión de los mercados tras la quiebra de Lehman se mantuvieron estables en torno a los 5 euros. Los estragos en la cotización se empezaron a notar a partir de marzo de este año cuando se conoció la disolución del SIP de Banco Base, entidad de la que formaba parte la CAM y los problemas se agravaron tras la entrada del FROB en julio, momento en el que la entidad dejó de cuidar el valor en el mercado.
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