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El Banco de España quiere solucionar cuanto antes la situación de CAM. La entidad alicantina tiene de plazo hasta septiembre para levantar el capital requerido por el nuevo decreto de solvencia, pero el supervisor pretende que el FROB tome el control de la caja durante el mes de julio.

De acuerdo con fuentes financieras, el fondo (controlado por el regulador bancario), tiene todo preparado para desembolsar los 2.800 millones que requiere la caja.

Aunque la cúpula de la entidad está trabajando para buscar un inversor institucional de último recurso o vender participaciones industriales y así reducir las necesidades de recursos propios, desde el regulador se cuenta con que será necesario aportar fondos públicos para apuntalar la solvencia de la entidad.

Tres bancos de inversión (HSBC, Merrill Lynch y Crédit Agricole) ultiman los informes de valoración de CAM, que determinarán con qué cuota del capital de la caja se hará el FROB. Fuentes del sector cuentan con que el precio que se pagará por la entidad será bajo (se barajan descuentos de hasta el 75% sobre el valor en libros), lo que otorgaría una mayoría clara al fondo en el accionariado de CAM y provocaría el previsible relevo del equipo gestor.

Intento baldío de reducir la factura

Los 2.800 millones de euros que ha solicitado la entidad dirigida por María Dolores Amorós no incluirán ayudas en forma de suscripción de participaciones preferentes, la fórmula inicial en la que se pusieron en marcha las ayudas del FROB. La CAM confiaba en que le fueran reconocidos parte de los 1.493 millones de ayudas en participaciones preferentes que habían sido aprobadas para Banco Base (la alianza en la que estaba integrada) y que no llegaron a hacerse efectivas. Pero el informe de gestión del FROB de 2010, publicado ayer, apunta que "las cajas participantes en este proyecto han rechazado la integración por lo que, previsiblemente, ese desembolso no se producirá".

El desenlace de la capitalización de CAM es esperado con ansiedad por toda la banca española, especialmente su valoración. Unos precios bajos otorgarían mayor cuota de control al FROB. Así tendría las manos libres para reordenar y liquidar la entidad, lo que sería bien visto por los mercados. Sin embargo, esta situación podría enviar una señal negativa en medio de las salidas a Bolsa de Bankia y Banca Cívica, que se pueden solapar en el tiempo con el asunto CAM.

El FROB ha ofrecido un esbozo de los criterios que utilizarán los bancos de inversión encargados de valorar las cajas. Según un documento hecho público el martes, deberán considerar especialmente la capacidad de las entidades analizadas para generar negocio a medio y largo plazo, y su capacidad para distribuir dividendos.

De acuerdo con fuentes del sector, el Fondo ha clasificado para su valoración a las cajas en tres grupos según su tamaño. De un lado, las más grandes, Bankia y La Caixa. Después, las intermedias (Novacaixagalicia, Catalunya Caixa y CAM) que serán valoradas por HSBC, Merrill Lynch y Crédit Agricole, y que acaparan el grueso de las ayudas previstas por el FROB. Y por último, las pequeñas como Unnim.

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