El banquero, que hace unos meses admitió "conversaciones de café" para abordar una operación que siempre se ha considerado de libro, niega públicamente esta posibilidad.
Banco Sabadell trasladó ayer a Londres la reunión de su consejo de administración con motivo de la inauguración oficial de las nuevas oficinas corporativas del grupo en la City, ubicadas en el rascacielos Leadenhall Building, más conocido popularmente como Cheesegrater.
Tras un acto al que asistieron el secretario del Tesoro británico Simon Kirby y el embajador español en Reino Unido, Federico Trillo, el presidente del banco, Josep Oliu afirmó, que "Sabadell no contempla ahora una posible fusión con Popular".
Según ha trascendido en el mercado, el principal accionista de Popular, Antonio del Valle, y Jaime Gilinski, que hasta hace unos días tenía el 5% del capital de Sabadell, mantuvieron reuniones en algunas de las cuales participaron el presidente de Popular, Ángel Ron, y el propio Oliu, para explorar una posible integración de las dos entidades. Aunque se hicieron algunos cálculos las conversaciones no avanzaron.
Sobre la reciente venta de un 3% de Sabadell por parte de Gilinski, Oliu comentó ayer que sus relaciones con este inversor son buenas y hay que respetar su decisión, y apuntó que una de las posibles razones es que no se han encontrado ámbitos de colaboración en Colombia. "Otros inversores institucionales han adquirido esas acciones de Sabadell y no hay ningún problema", sentenció.
Oliu apuntó que su filial británica TSB se va a centrar en 2017 en completar su integración con la plataforma tecnológica de Sabadell, en ganar mercado de manera orgánica y en analizar la posible adquisición de carteras de hipotecas nacionalizadas que va vendiendo el Gobierno británico.
En cuanto al proceso del Brexit, Oliu reconoció que genera una fuerte "incertidumbre", ya que es muy difícil saber las condiciones futuras de la relación entre Reino Unido y el resto de la UE. Pero señaló que en el caso de TSB, esa incertidumbre solo puede afectar a la filial británica "si frena la economía del país, lo que podría dañar su crecimiento". Asimismo admitió que está "mirando" un paquete de créditos de Bradford & Bingley que ahora mismo está en proceso de privatización.
La delegación del banco está dos días en Londres con encuentros a nivel institucional, económico, de medios de comunicación y de clientes, así como con los miembros del consejo de TSB, "la franquicia británica de Banco Sabadell".
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