Las entidades fusionadas plantean bajas incentivadas con indemnizaciones de 45 días por año trabajado. Los sindicatos rechazan la oferta y reclaman el 90% del sueldo bruto
JAVIER CUARTAS La propuesta preliminar de prejubilaciones que a principios de mes plantearon las cajas de ahorros Cajastur, CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria a los sindicatos propone prejubilaciones voluntarias para aquellos que tengan cumplidos los 55 años a 31 de diciembre de 2010 y un mínimo de 10 años de antigüedad. Las condiciones económicas que ha ofrecido el nuevo grupo suponen un máximo del 75% de su retribución fija bruta. Es una cobertura económica que los representantes de los trabajadores consideran claramente insuficiente, si se tiene en cuenta que el salario de una parte importante de las plantillas es variable y está sujeto a objetivos. Además, y según fuentes sindicales, los sueldos antiguos son muy superiores a los que tienen los trabajadores que han ingresado desde hace unos 15 años hasta ahora. La propuesta del grupo que preside el máximo responsable de CAM, Modesto Crespo, ha sido rechazada hasta ahora por los sindicatos, que hoy retomarán las negociaciones.
La oferta de las cajas que integran el grupo liderado por Cajastur plantea que el trabajador que se prejubile permanecerá en esta situación hasta los 63 años, momento en el que pasará a la jubilación. En el ámbito económico se proponen dos opciones. Una es el pago de una cantidad bruta que, sumada a la prestación por desempleo, ascendería al 75% de la retribución fija anual durante 2010 sin aportación al plan de pensiones o, alternativamente, el 70% de la retribución fija anual durante 2010 y el mantenimiento de las aportaciones al plan de pensiones. Se respetaría el abono del convenio especial de la Seguridad Social hasta los 63 años. Estas condiciones, desveladas por fuentes sindicales, fueron rechazadas en la mesa negociadora por los sindicatos por «insuficientes» e «inaceptables». Algunos miembros de la representación de los trabajadores dieron por hecho que esta propuesta de la empresa sólo puede considerarse como una oferta inicial dentro del mecanismo negociador y que en modo alguno son condiciones sobre las que se pueda forjar un pacto. Alguno de los sindicatos ya avanzó que no admitirán prejubilaciones por debajo del 90% del salario neto, y no del bruto como propone el consorcio de cajas.
El sistema institucional de protección (SIP) que lidera la caja asturiana, y que pretende empezar a ser operativo el 1 de enero, planteó a las organizaciones sindicales reducir 2.000 de sus 14.000 puestos de trabajo en España (el 14,28% de la plantilla) y clausurar 400 de sus 2.300 oficinas (el 17,39% de su red de sucursales).
Las condiciones de acceso a la prejubilación (edad y antigüedad) las cumplen en la actualidad, según los cálculos sindicales, unos 1.800 empleados (200 de ellos, de Cajastur) de los 2.000 que se pretende suprimir en el conjunto del grupo. Los 200 restantes puestos de trabajo se reducirían mediante otras vías, como bajas incentivadas, suspensiones de contratos compensadas, reducciones de jornada u otras. La forma de pago prevista en el caso de las prejubilaciones voluntarias sería bien un único abono en el momento de la prejubilación o en forma de renta mensual hasta los 63 años. La fecha efectiva de acceso a quienes se acojan a esta fórmula se fijará por la entidad financiera dentro de un plazo máximo de tres años. Las cajas mantendrán las condiciones de la cartera de préstamos para los que se prejubilen. En el caso de bajas incentivadas, a las que se recurrirá para completar el recorte previsto de plantillas para las personas que no cumplan los requisitos de prejubilación, se prevé que serán «voluntarias para el trabajador y la caja».