El exconsejero de Caja Mediterráneo (CAM) Martín Sevilla ha afirmado hoy sentirse "engañado" por algunas actuaciones del Banco de España, en concreto en los procesos de ruptura de la alianza con Cajastur y de la intervención de la caja.
Valencia, 4 jun (EFECOM).- Sevilla, en declaraciones a EFE antes de comparecer en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre la intervención de la CAM por el Banco de España, ha asegurado que se sintió parte "de una entidad que cumplía los requisitos legales" en cuanto a representación social.
El consejero a propuesta del PSPV ha indicado que siempre intentó recabar "el máximo de información para tomar la decisión más correcta" y se sintió "engañado" por la intervención del Banco de España, que no fue a su juicio "ejemplar ni ejemplarizante" para los mercados nacionales ni internacionales.
En 2010, con la propuesta de formar un SIP con Cajastur, el Banco de España "dijo que era irreversible" y sin embargo le sorprendió "que autorizara a otras cajas a irse del SIP".
Además, "cuando autorizaron que se rompiera el SIP" el consejero "dio por bueno que la CAM continuaba sola y, sin tener agobios, buscar otros socios".
El exconsejero José Rovira ha asegurado que el proceso de prejubilación de empleados fue un "saqueo" para la entidad, al igual que los créditos concedidos a empresas constructoras con cuantiosas deudas, a las que se les aplicó un interés inferior al habitual.
Rovira ha acusado al comité de dirección de haber "ocultado" al consejo la "grave" situación que atravesaba la entidad y de haber facilitado a sus miembros "información falsa".
El proceso de prejubilaciones emprendido el pasado año, al que se acogió un millar de trabajadores, fue "un reparto" al que "todo el mundo se apuntó" y al que él se opuso fuertemente.
"Se prejubiló a un montón de gente con un dinero increíble para que pudieran dedicarse después a otras cosas. Además, el juzgado que lo aprobó no se dio cuenta que ambas partes, directiva y sindicatos, tenían los mismos intereses: llevarse millones y millones", ha criticado.
Rovira, empresario del sector de la madera de 71 años que llegó al consejo de administración tras entrar por sorteo en su asamblea, ha lamentado además los créditos que se concedieron a empresas como Polaris World, Martinsa Fadesa o Llanera, que se aprobaron, con un interés inferior al habitual, "a pesar de los gritos" de los consejeros.
Eran operaciones "ridículas" para los tiempos que corrían, en pleno "estallido de la burbuja inmobiliaria", y que generaron unas pérdidas a la CAM superiores a 300 millones de euros.
El exconsejero Enrique Puig Mora ha responsabilizado al director general de la caja, Roberto López Abad, de las "malas prácticas" que llevaron a la intervención de la entidad por parte del Banco de España.
Puig Mora ha afirmado, al igual que otros exconsejeros, que no recuerda que se leyera "íntegramente" en el consejo el requerimiento del Banco de España sobre la situación financiera de la entidad, a pesar de que constaba en acta.
El exconsejero Salvador Piles ha explicado que las actas del consejo de administración no se leían, sólo se "comentaban" y ha asegurado que los que aprobaban estos documentos eran el presidente y el secretario.
Piles, quien formaba parte del consejo en representación del sindicato UGT, ha explicado que no ha sabido "en la vida" lo que gana el presidente o el director general, a pesar de que en las actas del consejo de administración consta que fueron informados. EFECOM
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